Ojalá la furia de los astros caiga sobre tus rodillas para que tengas que ver el mundo desde el suelo,
Así entenderías mi frustración al ver a las estrellas fugaces tan lejanas como fulgurantes.
Ojalá te enamorases de un lucero encendido para que te obsesionases con su lengua de fuego,
Así entenderías mi temor y mi deseo al querer algo que ni puedo ni debo.
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