1 dic 2012

Rubíes en la tarde.

Esa obsesión que te atrapa al mirar por la ventana y ver que el atardecer te acerca.
...Cuidado
Cuidado...
Te va a comer...

Y cierras lo ojos ¿Que es lo que ves? No hay oscuridad, no hay nada y esta todo.
Un Caleodospio de brillos sutiles; recuerdos velados, editados por la imaginacion. Te atacan y no te defiendes. Te envuelven. Saben a café con licor. Sensuales, poderosos.
Dejarse arrastrar, tan facil sería ahora ponerse a dormir. Sumergirse en esas piedras de brillos flamigeros y perderse en laberintos de incienso.


Y abres los ojos. Ya es noche cerrada. No hay más luz encendida que la de tus pupilas, desorientadas, atemporales. ¿Que ha sido de los minutos, los segundos, las horas? 
Solo el sol sabe cuanto tiempo tarda en caer.

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