Blanca y luz.

Luz.
Oscuridad.
Chispa.

Yo soy la chispa que rompe con luz instantanea, eterna en el instante, todo lo que le rodea en oscuridad. Soy la adrenalina del momento, soy la emoción de esa canción, las sonrisas de esos amigos y las mariposas en el estomago de esa persona especial.

Soy vida. Soy vida. Y lo más importante es que pienso demostrarte que tú también lo eres.

¿Sabes lo que es la felicidad extrema? ¿Sabes lo que es la euforia subita?
Ay, ay amigo si tu supieras. Si te lo pudiera hacer sentir.
Pasión, la llaman. Pasión.
Se viste con luz en cada ocasión, cambia el color.
Roja, amor. Azul y melancolia. Blanca y luz Blanca y luz...
Mi luz, mi pura pasión. Las chipsas en mis ojos.

No puedo evitar saltar, gritar, respirar aire sabiendo que en ada inspiración me aseguro la vida. Veo, miro y observo. Me paro a oir y después a escuchar. Siento mi interior a punto de explotar por que soy Feliz.
Sí, lo sé. Sé que en mi interior guardo como contenida la máxima expresión, porque si la dejara ir mas alla de lo que mis fuerzas me dejan, la luz saldría por la punta de mis dedos hasta que estos se vieran obligados a resquebrajarse, fragmentarse y despedazarse. El resto de mí iria detrás, y lo ultimo que desapareceria seria mi sonrisa, porque seguiria siendo demasiado feliz.

Y cuando solo fuese luz, iría a repartirme por el mundo para que todos me vieran y confundiendome con rayo de sol, luz de luna o estrella fugaz, sonrieran por un instante.

Un instante.
una chispa.
...

Y lo mejor es que sé que mañana seguiré siendo feliz.

(Por Dios, que cuando crezca y mi cabeza se intoxique con recuerdos inservibles, al mirar hacie atrás me recuerde en estos tiempos. Que me vea sonreir dentro de 1, 5, 10, 25,50 años y diga "Sí, en esos momentos, yo era feliz, yo Ya era feliz.)

Reflexion de un día típicamente adolescente

Veamos, a los adolescentes se nos acusa de ser unos melancolicos sin remedio, pesimistas extremadamente emocionales. Soñadores de castillos en el aire continuos.
Pequeña crítica señor mundo:
Sí, nos encanta soñar. Any problem, you bastard?
Sí, somos unos rebelhs y vivimos al límite.
Sí, nos la pegaremos y haremos un drama sobre ellos durante semanas, meses y años si hace falta.
¿Pero que más dará?
Además dichoso ejemplo que ni pintado de que tenemos muchas más alegrias de las que damos a mostrar. ¿De que le sirve a un adolescente mostrar lo que le da alegrías? ¡pues para que sus padres lo utilicen como amenaza y moneda de cambio para subyugarles!!

Es el aspecto que más odio de los padres...

Jodidamente asqueroso...

Jodidamente efectivo...
(Recordadme que cuando sea madre haga lo mismo.)

Habrá que guardar las alegrias en una cajita de cristal, y encender dentro la bengala. Que las chispas reboten contra el cristal y vuelvan a dar con sus huesos flamigeros en la bengala. Que se encienda por todos lados a la vez que brille como el sol sin quemar... Y que aparezcan más bengalas.

ILUMINARÉ EL MUNDO

(Aunque él no quiera, y aunque no sepa porque sonrío)



...Que acaba en eco...

Lust.

So fucking bored today
whose fault?
Not going to say

WTF?
You know it perfectly.

Gracias

No se por que yo, pero si me preguntan por que tú, simplemente es porque de todo lo que ha pasado no cambiaría nada. Por mucho que me empeñe en repasarlo en mi cabeza, es como un fragmento sacado de alguna mis historias. Uno simplemente perfecto, porque todo esta donde tiene que estar y todo es como tiene que ser.
No cambiaría nada. Por eso, gracias.

Pensamiento Febril

Quiero irme, nunca quise venir.

¿Huir? No quiero admitirlo pero ahora es una buena perspectiva. Sí, adios orgullo, quiero huir, pesas demasiado como para llevarte conmigo.

Este infierno no es una alternativa ni plausible ni soportable.
Se me seca la boca al pensar en venir. Me duele la garganta, me impide respirar. Me duele el pecho, mi corazon quiere huir por su cuenta, incluso si eso incluye tener que estallar.

¿A donde ir? Hay muchos pueblos que quedan cerca, pero esta ciudad es muy grande y no se como salir.


Me muevo, por no quedarme quieta y notar como las paredes se ciernen sobre mí. Veo la pared de hormigón al final de mi camino, al girar los barrotes de hierro se interponen entre mi brazo y el vacio. Huyo y el suelo se desace bajo mis pies, tan solo arena que fluye con la gravedad.

Corro, sin aire.
Corro, sin fuerzas.
Corro, sin mí.

Y caigo, caigo y caigo...

Y despierto.

Aun sigo encerrada.

Quiero Irme; pero es que, de hecho,
Nunca quise venir.