8 dic 2015

Don't look. Save Yourself.



Hay escondites que saben a alcohol mal llevado.
Hay cosas que ojalá no supiese mirar.

Llevadme a tomar el aire, que aquí solo huele a humedad, a cerrado
a encerrado, como yo
con este cuerpo debil y con la mente blanda.
Llevadme a donde los árboles respiran y donde el cielo es frío;
que me he dado cuenta de que quiero huir,
pero quizás no contigo.


Sway. The Kooks.

2 dic 2015

Chispas de frío

Calor. Como agua tibia hasta el cuello-
*Crack, crack, crack...*-
Como harina siendo molida contra la roca del molino.
Vueltas, vuelta, revuelta.

¿donde se ha quedado la función del músculo cardíaco?
Yo solo noto un pájaro aleteando dentro del pecho.
Chispas
  de frío
      cuando el agua comienza a desaparecer
a volverse por donde había venido.

Escúchame, acabo de pensar en ti
en el planeta
en el universo
en el árbol que esta empezando a perder las hojas.

Si tu también piensas en mi
deja de hacerlo. No quiero tu cerebro
ni al mío.
Encuentra un sitio donde podamos vernos.
Que echo de menos tus manos,
tu cuello, tu pelo
la risa que cantas
al pájaro que tu también tienes dentro del pecho.

Si tu tambien tienes
chispas
  de frío
resvalándote la piel;
vamos a vernos pronto. Que yo te espero y te encuentro
donde haga falta.

11 oct 2015

Emil y María.

A ella siempre le gustó de él ese aliento que llevaba dentro, como su corazón parecía un pequeño gorrión, como todo él parecía inspirar a uno de esos pájaros que se lanzan en picado dispuestos a sucumbir a la gravedad para luego resurgir en el éxtasis a centímetros del suelo y sobrepasar en gloria al resto del reino animal con una simpleza arrolladora. Una humildad terrible la de aquel que hace lo que está destinado a hacer sin darse laureles por ello y sin esperar nada más que la satisfacción de alcanzar las metas propias. Esa extraña atractiva vanidad que tienen solo aquellos que viven bajo sus estándares sobrepasándolos siempre.
Le gustará que sea el único ser humano que le haga pensar más haya del mundo y las personas, que le haya enseñado que pensar menos y hablar menos y decir más lo que se piensa puede ser también bueno para uno mismo.
También le gustará de él su risa, sobretodo esa que le sale del estómago aunque sea para reírse de ella. Y aunque algunos digan que es demasiado alto, demasiado flaco, demasiado listo o demasiado sensible, para ella Él es simplemente Emil, y nunca tuvo necesidad de algo distinto también supo apreciar el cambio. A ella le gusta cuidar de él y como él cuida de ella.

A él le gusta de ella que brille, que sonría con una fuerza y con una inocencia casi estúpida, una inocencia casi virgen. Que parezca la luna, con esa fuerza que tienen solo los que han sufrido y han comprendido que se puede vivir y ser feliz a parte de las cicatrices y los cráteres. Y aunque se ría de como le gustan esas pequeñas cosas, aunque diga tonterías, sea torpe y se equivoque, la quiere. A ella y a su manera de besarle como si el mundo no importase mas allá de lo que queda entre sus labios, a su murmullo de animal satisfecho, a sus ganas de hacer la vida fácil porque ya es bastante complicada
No entiende como es capaz de mantener un pie en cada orilla del río, y no elegir estar en su orilla, pero no se lo suele echar en cara, y ella siempre le habla con palabras calmadas en los momentos importantes, a pesar de que se le estalle la excitación en la voz cada vez que habla. Le gusta hacerla gemir. Le gusta como cuida de él sin agobiarle. Y también le gusta cuidar de ella.

Emil siempre sintió una parte de él atraído y repelido hacia esa cara oculta de María, esa locura ardiente se parece a una llama que devora una ciudad entera por diversión sin darse cuenta. Esa mirada, esas palabras que a veces parecen parte de un hechizo medieval o de un galimatias fuera de lugar que dejan entrever ese brillo extraño, que recuerda a Marion Cotillard en alguna de sus películas. Siempre le decía "Estás loca", porque en verdad, si no, no sabría que decir.

Maria escribía cartas. María escuchó canciones con bajos que le reventaban el pecho. María vio escenas que le partieron desde dentro. Si había una cosa que María disfrutaba era la creación y Emil era eso, y Maria lo era más con él.

A los dos les gustar que el otro ser lo último que ven al acostarse, antes de cerrar los ojos, sea de día, de noche, de madrugada

María y Emil.

En algún lugar, hoy, Maria y Emil se ponen la ropa después de hacer el amor de buena mañana. Él se ha levantado antes para ir a asearse, ella le sigue después pero va primero a hacer el desayuno. Le gusta esa casi desnudez que se le queda en el cuerpo y el tener el alma en carne viva después de gemir el nombre de Emil.

Sale humo de la habitación; Emil ya vestido se ha encendido el primer pitillo del día y va al encuentro de Maria en la cocina, le besa y murmura gracias cogiendo su taza de té. Desayunan en silencio para no perturbar a la mañana, a los pájaros que cantan en las ramas que pronto invadirán la casa por las ventanas.  Cuando acaban recogen al unísono, con la única prisa de quitarle trabajo al otro. Las mañana de rutina tienen un sabor especial, ni dulce, ni mucho menos amargo; es más como pan recién sacado del horno: caliente, confortable, sabroso; un aliciente suficiente como para soportar lo demás.

Maria en el baño canturrea mientras el agua le baja por la espalda; después, mientras se hace trenzas en el pelo mira de reojo la luz que entra por la ventana tras de ella. No sabe como lo hace la luz para estar siempre tan bonita. Piensa que a la vuelta del trabajo pasará por los puestos y comprará flores. Quizá hasta se prenda un par del pelo.
Y sonríe. Esa suerte tiene Maria, que desde hace un tiempo sabe que no hay cosa más fácil que ser feliz si te sientes a gusto en tu propia piel.

Emil bosteza en algún lugar de la casa; ya ha conectado el equipo de música, aun no se ha acabado el pitillo, a él siempre le ha costado más tiempo despertarse aunque lo disimule mejor. No entra a trabajar hasta medio día pero María se va ya. Le despide en la puerta con un par de besos, zafándose de ella y convenciéndole de que tiene que ir al trabajo por muy bien que suene quedarse en casa. Ella sonríe y desaparece por las escaleras; probablemente a la noche traiga flores o quizás en el descanso de medio día. Ya la conoce. Él, probablemente, le haga la comida, aunque no la tenga lista cuando ella llegue porque se haya entretenido en cualquier canción o imagen, o se le haya enredado el tiempo en los dedos. Porque además ella no se enfadará. Se reirá y se lo echará en cara; esperará tranquila con una copa de vino a que termine de cocinar aunque se le esté acabando el tiempo del descanso. Y aunque después coman los dos con prisas para poder volver a sus respectivos puestos, ella siempre se demorará al probar por primera vez el plato y dirá que está "de muerte". Ya la conoce. Y por eso esa noche Maria lleva dos calas pequeñas prendidas al pelo.

Lo importante no es cuando se acabe, lo importante es que mientras dure te haga volar.

27 ago 2015

Besos por todo tu cuerpo.

Está bien tomarse un tiempo para saborear tus palabras.

13 jun 2015

Albornoz rojo.

Tras la lluvia ha refrescado y he podido sacar el albornoz rojo.
Me parece que es tal cual como una prenda debería quedar, con la caída exacta, con la comodidad perfecta, con la textura adecuada. Aunque no pueda describirse más allá de esas vagas palabras.

Las luces titilan en la distancia, tan terrenales que parecen divinas.

El dibujo borroso de mi contorno en el cristal juguetea perezoso, las lineas rectas del batín contra las curvas de mis piernas. Al final mis pies en un puntillas. Por un momento pienso que los pies son extremadamente hermosos justo por eso; se contorsionan en curvas y rectas, soportan el peso, están hechos a su función. Tienen callos, son feos, con dedos regordetes. Podemos ver los huesos aparecer tras sus esfuerzos, podemos ver la estructura asomándose a la piel y besarla como si fuésemos mármol bajo las manos de un dedicado escultor. Tienen movimiento en su propia forma, dinámicos, son el fin de la figura, capaces de transformarla por entero.
Son extremadamente hermosos porque son terriblemente humanos. Lo complicado hecho simple, la función hecha hueso y carne.

Juego con ellos en la soledad de mi cuarto que ya está acostumbrado a mis dos o tres pasos de baile desacompasados. Mi cuarto parece cambiado. No sonríe, pero ya no llora. Le he cubierto muchas cicatrices, hemos hecho de ellas algo bonito, hemos intentado que si esto no puede ser un hogar pueda ser un "refugio".

Hoy he visto una película de cocina, me recuerdan a mi madre, me gustan. Sobra decir que soy una sentimental, las probabilidades de lagrimones son altas, y esta no es excepción. "Queríamos decirte Hortense, que te queremos tal y como eres, que te echaremos de menos, y que no te olvidaremos."


Todas estas cosas hacen mi rutina de café de la que tú no eres consciente ni partícipe, aunque me gustaría regalártela también. La sombra de mis clavículas me recuerdan a ti, mi pelo revuelto, libre, también.

Tengo pájaros que aletean en el estómago, que me hablan de ti. Quiero regalarte la luz de los bosques al amanecer, la niebla y el frío. Quiero regalarte las sábanas para que te protejas del fresco y estar allí contigo.

27 may 2015

Espacio Intranquilo.

Ella ya no sabía en que idioma gritar
ni hacia donde correr,
ni que piel arañar,
todas las esquinas parecían oscuras.

El tiempo había de hecho de ella un pedazo extraño de moléculas inconexas
con nudos y pájaros,
con rios encerrados tras compuertas,
y la mirada perdida en el infinito.


18 may 2015

Mi nombre escrito lleva tu voz.

16 may 2015

Toque de teclas lejanas.

Quiero atarme las manos para evitar que te hagan competencia,
jugar con las manillas de los relojes, hacia atrás o hacia adelante.
Quiero correr por campos abiertos, y quiero que tú corras a mi lado quedandote sin aire
mientras el sol nos acaricia, mientras escapamos de él hacia las sombras del bosque.

Quiero llamarte a gritos porque hay lluvia de estrellas
quiero susurrarte que la cena ya esta hecha;
escuchar algún piano sonar y pensar lo bien que evoca la escena,
perderme en un libro o entre tus piernas.

Tu cara y tu pelo, cerca.
tus huesos crujiendo, yo riéndo y mirando por la ventana cara a cara al porvenir.
El negro de nuestros ojos enredado, haciendo noche del espacio entre nosotros con nuestra intimidad.
Y luego, con nuestra intimidad, nuestros cuerpos, nuestras manos, hacer ya lo que convenga.






19 abr 2015

Sherezade echa de menos a Simbad.

Supongo que no ves las lucecitas.
Los pixeles nunca podrán quitarte el aliento
Y tu no podrás quitarme el mío sin poderes de teletransportación.
O al menos no como queremos,
Que queremos?
Hoy se me ha quedado en la boca, o en los dedos
Te quiero
Pero también quiero decírtelo otra vez a la cara, 
A tu piel, a tus costillas y a tus manos
A tu pelo, a tu espalda y a tus ojos.

Sherezade echa de menos a Simbad

Es feliz, 
Vive su vida
Mira las estrellas y sonríe
Pero eso no quita 
Que
Sherezade echa de menos a Simbad 

17 mar 2015

La Recomendable Distancia Constante.

Él era su metastasis personal. Ella, la curandera ambulante.
Poco a poco, la relación se había ido calmando. La pasión del inicio dejó una extraña comprensión, una compenetración cómplice y silenciosa. Se habían hecho a los vicios del otro, dejaban pasar las manías y  apoyaban las rarezas ajenas ya casi propias.
Ya no necesitaban justificarse.

Existen lagunas enteras llenas de las cosas que habían acordado sin hablar, de los vacíos legales en los que navegaban en las noches frías, y los vacíos propios a los que a veces metían mano. Toques de platillos, bordes de costillas amigas que ya se conocen como la palma de las manos.

Él, llegaba, y pintaba una A. detrás de su oreja.
Nunca supo porqué, ni para que, solo para ella. Y aunque pidió explicaciones, llegó un momento en que dejó de pedirlas. Y ella nunca le estuvo tan agradecida.

Ella, sonreía, y le regalaba piropos y caricias.
Nunca pidió nada a cambio, ni tampoco cambió. Y aunque se sucedieron las ocasiones y las posibilidades, no se movió hacia delante o hacia atrás. Y él se amoldó a su presencia.

Ella ignoraba el pequeño ego incipiente, consciente de las inseguridades.
Él ignoraba las miradas tristes, consciente del dolor de las cicatrices.


La vida como planetas colindantes, acostumbrados a las vistas y las visitas; que siguen maravillándose de belleza vecina pero siempre a una recomendable distancia constante.

10 mar 2015

Insomnio.

Ella y Él. Extraños. Reunidos en la habitación. 
Ella en la cama, intenta dormir; Él en un rincón de la habitación. Suena música de guitarra…

- …*No sabes… Lo que quieres… Si lo que has perdido…*
- ¡Por Dios!
*O lo que aun no tienes…*
- De verdad, estoy intentando dormir.
- Pues no lo parece.
- Joder.

La almohada hace un viaje de translación para ocultar la mueca de la chica. Se provoca una sonrisa torcida en la boca de él y la almohada vuela hasta su frente; pero con una casual calada, las plumas caen al suelo de la habitación, encontrando solo aire en su camino. 

- Joder.
- So rude…

Se oye una respiración agitada, el crepitar del papel al consumirse al pasar la corriente. Casi puede sentirse como la oscuridad pesa en la habitación, con una textura física, de tiempo. Medias madrugadas con pequeños brillos anaranjados, interruptores ladrones, farolas, luces de emergencia…

-…*Luces…*
- Por favor…
- ¿Qué?
- Piedad.
- ¿Piedad?
- De verdad quiero dormirme.
- …Se cambian las tornas…

Y un gemido invade todo, un vibrar tenue; sigue pareciendo un árbol cayéndose en la distancia. 
De promesas, de cansancio, de frustración… De tantas emociones encerradas allí donde se guarda el vendaval.

- Shhh… Venga…

Y los ojos de ella se abren en la oscuridad, incrédulos. 

- Venga, no pienses. Duerme…
        * …Por este maldito… Insomnio… Insomnio… Los fantasmas, nunca duermen, 
                me besan, en la frente… Y me piden… Que los recuerde…*

Y se cierran los ojos. Aunque siga sonando música.

15 feb 2015

Grupies

Que alguien saque a esa grupie de los beatles del anden
o cruzo las vias y me la como
Perdóneme oficial yo no quería
pero no lo pude evitar

Con su pelo corto y su trenca sin abrochar
con ese desparpajo y esa gracia al moverse
la maleta esconde un tocadiscos a punto de girar
usted entenderá que no pude evitarlo
que le palpitaban los labios
que me tuve que aprovechar


Y perdemos la tarde entre voces electrónicas, hasta que llega un suspiro sincero a rompernos enteros el alma y quedarse on repeat.

10 feb 2015

Sacar a pasear el vendaval.

Hay noches de abrir botellas y tocar fondo en ellas
en sus culos de cristal, llorarlas, hasta que vuelvan a estar completas
y volver a empezar, que la noche lo pide a gritos
o quizá eres tú, que te oyes por encima de tu voz
que ya no parece tuya
que ya no parece nada mas que el viento
luchando por pasar
por hacerse paso y destrozar todo lo que encuentre frente a él.

El vendaval.

Hay noches en que se cuela un trozo de cobre entre las costillas
y las grietas que solo estaban recolocadas
todas ellas
se abren con gran estruendo
el mismo que hace una copa al besar el suelo
el mismo que hacen mis ojos en caída libre por tu pelo.

Maldito seas,
casi me engañas,
casi me haces confiar de nuevo
que podía haber algo bueno, para mi, aun.
Que no era tan mala persona, ¿Ves? Por esto debo serlo.
Porque las buenas personas son felices y dios sabe que yo lo intento
lo intento.

Y tu no lo entiendes, ¿Verdad? Tu quisieras tener fantasmas
no entiendes lo aterrador que es verlos parecer por la calle
no entiendes el pavor, ni el dolor
ni lo que es sentirse a su merced
tu no tienes fantasmas así,
no como yo,
y tu ahora eres uno de ellos.


Bienvenido al club;
abro la botella y brindo por ti.





8 feb 2015

Mi terapeuta emocional dice que hago mal
pero yo no le hago caso
total
ningun reflejo es de fiar
y a mi espejo nunca se acostumbro a las sonrisas
de tanto verme llorar


Menudo desastre estamos hechos
los dos intentando respirar
invadiendonos a distancia
la distancia a respetar
tu escribiendo versos
yo desesperando por oirte un poco mas


damocles vieja amiga siempre pendiente de mi
porque no te vas y me dejas tranquila
tan solo quiero vivir
damocles suicida
porque no te puedes decidir
al menos cae,
cae
y que no te vea venir.


Frank

Es la belleza
es algo que parece que pueda caber entre las dos manos si las juntas haciendo una pequeña esfera
pero es ridículo, es imposible, y te das cuenta cuando las juntas delante de ti.
Es la belleza
la simpleza de lo complicado
porque por complicado que sea
una vez mapados todos sus detalles, una vez determinados todos sus espacios intrínsecos
es simple
y puede ser contado como tal
sin dar todo
sin dar todo todo es dado y por eso tenemos esa sensación de grandeza con tan pocas palabras
ese misterio que no hace falta ser contado
lo que se escapa de nuestras manos pero nuestras manos encierran.
Y ellos nos lo dan con las manos abiertas y esa sonrisa de otro mundo
ese algo que te hace querer matar
matarlos de rabia
morir de tristeza
de amor
de saber que te han encontrado
y que te has encontrado tu
a través de ellos,
de su mundo,
el tuyo ha aparecido delante de ti.


Malditos genios, ellos que viven en paz, porque la paz para ellos no existe
que sus lagrimas sean mi pan
y que las mías sean su consuelo
y algún día, quien sabe, sean las mías las que rieguen estos suelos.



7 feb 2015

Ecuación con raíz de número imaginario.

"¿Dónde estas? Odió estas noches, ya nadie me toca, y ya no lloro a nadie, sólo me queda el vacío y esperar, y no se a qué espero, a este paso voy a saltar. El vacío se toca en re menor y mi séptima costilla que tiembla y ya no sabe que decir. Me cantan canciones de tus mordiscos y de las velas que encendí por ti. Cuando resultaste no ser cierto, cuando ganó la razón, equacion con raíz de número imaginario, y lo único que quedo fue morir con la mirada suicida de otra estrella fugaz en el escenario.
El paraguas se quedo pequeño cuando el diluvio cayo sobre mis mejillas, hay vendavales que no se dividir y casi todos hablan de los vientos que bebí por ti.


¿Donde se termina la tierra prometida? ¿Me prometes encontrarte allí conmigo otra vez? Cuándo ya no nos queden huesos que doler ni nada que perder, ¿me esperas al final de la tierra prometida? ¿me prometes que allí te podré ver?"


"Aún... Aun puedo hacerlo... Sí cierro los ojos aún puedo hacerlo. Sí cierro los ojos... Te veo ahí, mirándome de vuelta. "

Vamos a hacer de esto una experiencia vital,
Vamos hacer de esto algo terrible
Algo personal.

Me voy a asomar hasta a lo más hondo de mi
Corred, corred, desesperados
Quizás luego ya no podamos salir.

18 ene 2015

Murmullo desesperado.

Desaparezco,
estoy desapareciendo,
no me olvides!
No!
Por favor, no…
Háblame, por dios háblame…
Dime que aun estoy aquí, que aun te sirvo, que aun me quieres.
Desaparezco…

Bien, pues desapareceré, pero nunca me iré!
¿Me oyes? Probablemente no… Pero no me iré.
¿Aun me escuchas?...
No me voy...
Te quiero y no me voy,
Me quedo donde siempre,
donde guardas el vendaval.
Me quedo, siempre.

Escucha, por favor, dime que aun puedes escucharme,
Te quiero.
Aunque desaparezca,
te quiero.
Y no me voy.



y el me miró entre lágrimas, y entre lágrimas le vi yo a él.

16 ene 2015

Algo.

Algo se rompió.
Algo dentro de ella, alguien se encargo de hacerlo.
Pequeñas partes importantes, muchas resquebrajadas.
Pero fue todo lo que hizo falta,
después vino ella con el mazo, para alimentar el fuego con los restos.
 Y el fuego ardió y quemó la piel
destruyó las entrañas y enrojeció los ojos.

Solo quedaron cenizas.
Y con las cenizas se reconstruyó.
Poco a poco, aun ardientes las brasas,
aun con el dolor quemándonos los dedos,
aun con el calor acosándonos los ojos.

Y ella, la del mazo, por fin creó algo.
Pero algo
dentro de ella
seguía roto.



12 ene 2015

"Algún tipo de verdad…"

Cierro los ojos, el viaje es largo
una mano toca mi frente,
mi mejilla, la parte interior de mi muslo...
Y parece más pequeña de lo normal.

Mis manos descansan en mi regazo,
la ventana va revelando
como en carrete de súper ocho y viñetas negras
los kilómetros que dejan a las tuyas atrás.

Pero si tan solo cierro los ojos…

Algo en mi cabeza me dice que no,
que eres tú,
aunque la mano sea más pequeña.

Quizás me he acostumbrado a tu huella
por encima de a mi propio tacto.

Pero la verdad es que me gustaría pensar,
aunque sea una tontería y algo infantil,
aunque no sea real;
que cuando dijiste
que tus manos estarían aquí cuando yo ya estuviese lejos
tus palabras
escondían algún tipo de verdad.



4-1-15 19:47