29 may 2013

Me tienes tan ganada...

Y me haces tan feliz.
Porque la calle caballeros de repente se hace eterna,
pero nunca demasiado larga.
Porque el Carmen de repente es mucho más grande,
y guardo recuerdos en sus fuentes, en sus paredes...
Porque ver edificios tiene ahora una segunda voz en mi oreja,
e incluso a veces muchas más.

Porque sé que yo también te hago feliz,
se te ve cuando te ríes (incluso de mí).

Por todo eso y por todas las puertas que hemos abierto juntos,
Démonos un abrazo, en cruz, con el brazo izquierdo por encima.
Sí, tú sabes bien porqué.

Porque me tienes tan ganada...

25 may 2013

21 may 2013

Consumida.

Jaque...
y me quedo petrificada,
y agacho la cabeza a la espera del próximo movimiento,
y me hago la idea de morir de sed
aquí,
entre la espada y la pared.
Porque estoy apostando todo al rojo,
y veo el porvenir muy negro.
Porque estoy apostando todo al rojo,
y ya me estoy empezando a quemar.

19 may 2013

Un segundo eterno.

¿Y si solo quisiese tenerte un poco? Un rato pequeño, nada más, lo prometo.
Quiero tenerte un segundo eterno, y saber que en ese segundo solo eres para mí.
Esa sonrisa. Yo no quiero esa mueca que haces por cumplir.
Me niego.
Dame antes una bofetada, dame antes un gesto de espanto, dame antes incluso la espalda.
Pero si me sonríes, sonríeme con todo el cuerpo. Entorna los ojos, arruga las comisuras de los labios, amplíalos, tensa el cuello, encoge los hombros, respira en un segundo.
Regálame esa sonrisa y despues me iré,
regálame ese segundo y me olvidaré de lo demás.
Me iré triste pero tranquila.
Porque sabré que a pesar de todo, durante un segundo eterno,
me regalaste todo tu ser, en un sonrisa,
que me quisiste, en una sonrisa.


El resurgimiento de la golondrina.

Y si fuera un pájaro, ¿Lo seguiría haciendo?...
¿Puede un pájaro compararse a otros pájaros?
Me pregunto si querría tener un plumaje mas bello, unas plumas más brillantes, volar con más garbo, más rapido, más alto.
Me pregunto si se me quitarían las ganas de volar de ver aquel pájaro dominar al sol.
¿Y si soñase con ser pájaro?
¿Y si el pájaro soñase con ser humano?
Porque ¿Nos podemos comparar entre especies?
 No, diréis que no es lógico, que ni si quiera el gorrión puede compararse
con un pavo real,
 ni con una golondrina, ni con un avestruz.
Pero si yo me siento gorrión, y la veo golondrina, ¿No me puedo comparar?
Espero que no, que alguien me diga que no.
Porque simplemente No hay comparación.


15 may 2013

Afección en cinco sentidos.

Oh tú,
superficie donde se reflejan mis pecados
habidos y por haber
¿Por qué aparecen todos acometidos sobre tu piel?
tú, terciopelo lascivo, que me tientas
a intentar tenerte
en todos tus centímetros.

Dos pozos negros en los que dejo caer
mi alma destrozada
Todo en tu cuerpo me guía a ti,
descarado dulzor, que me empalaga prometiéndome
sensuales, rijosas, fantasías.

Eres el eterno reflejo
en el extremo interno de mi córnea.
Tu sola presencia me hace impía,
quiero liberarme,
quiero ser feliz,
pero una palabra tuya bastará para intoxicarme.

Oh tú,
roce vertiginoso que perdona mis pecados,
son las caricias de tus dedos,
es cuando me sostienes entre tus manos
cuando el mundo se hace tangible.

Tú, que me recompones
con solo perderme en los lagos de creación
que me miran atentamente
desde todos los abismos del color.

En el hueco de tus brazos,
dame paz,
junto al tintineo de tu pecho,
en comunión con tu boca,
dame ternura, dame pasión,
Y en tu fragancia inmaculada,
limpia mi mente,
dame amor.

 

9 may 2013

Dicotomía Mental.

Sueño.
Despierto.
Sueño.
Despierto.
Sueño.
Despierto.

Tanto y tan poco en una noche,
¿No sientes ya, como nos deshacemos en moléculas?
¿Cómo se desarticulan nuestras mentes?
Cuando se desbarate mi cuerpo,
   que quede enredado con el tuyo.
Vuélveme a juntar.
Volvamos a dormir.


5 may 2013

Onirismo.

No saber en un sueño si lo anteriormente soñado,minutos antes, fue un sueño en el sueño.

Cierro los ojos y le veo sentado junto a mí, de repente, en un parpadeo, estoy sentada encima suyo, y nada importa, nadie nos ve, nadie lo nota. Le robo un beso, uno pequeño. Y me sabe a gloria. Quiero más de Él, lo quiero Todo de Él. Siento sus manos bajando por mi espalda, siento su respiración en mi boca, mis manos enredarse en sus rizo. Él, como siempre, pero ahora, para mí. Con el tacto de su rostro, el olor de su cuello, besar el color de su piel, sentirle a través de su ropa, la de siempre; pero a centímetros de mi.

Cambio de imagen, (¿Lo habrá soñado?), camina por la calle con una amiga, hace un día de claros y oscuros, la pared de cal blanca parece sucia con las nubes sobre ella, la puerta verde jardinero parece brillar con ese típico esmalte barato. Entran en un bar de mesas de mármol y sillas de metal, retorcido. La entrada es estrecha, las mesas están casi pegadas entre ellas, parece que el cualquier momento las sillas adosadas a cada mesa fuesen a chocas con sus homónimas de espaldas. Un mar de metal negro y en un oasis de sal, míralos allí, el con un amigo de profesión, riendo sin más. ¿Que estarán tomando?
Uno de mis compañeros hace hablada su presencia "Mira, si están esos ahí". Pero nada, algo parecido al entusiasmo, electricidad, hace círculos en el estómago. Diriges la mirada hacia el suelo, no vaya a ser que esta te traicione, nunca  le has dejado hablar por ti en momentos en los que te pueda fallar. Con un gesto de indiferencia te encoges ligeramente de hombros, mueves la silla y te sientas. "bueno, y que más da" le respondes al amigo que aun mira fijamente el oasis de sal. Pediremos un café y mientras pensar si lo que se ha vivido antes es un sueño.

Con la cabeza gacha salir del bar, mis amigos y yo, y yo acabo por quedarme atrás, demasiado cansada mentalmente como para caminar, el polvo se levanta del camino de tierra seca, ahora el sol ilumina y casi ciega desde los reflejos.

No te paras pero observas como la casa de cal ahora deslumbra, como la puerta verde ahora parece casi desvencijada, incluso la madera asoma bajo la pintura agrietada, amarillas astillas secas después de demasiada humedad. Parece que el brillo que tuviese antes tan solo se lo hubiese dado una lluvia oportunista. Y una mano te coge desde atrás, notas su fuerza, notas como te para en tu camino, se cruzan algunas palabras con demasiadas cosas escondidas por miedo, retenidas por la respuesta de la otra mitad. Pero lo que importan son los ojos, esos que brillan sumergidos en recuerdos, en la visión de  en frente, esa otra mitad. Una alegría súbita al saber que no era un sueño. Corréis, os escondéis, en una pequeña casa de cal, otra cualquiera, llena de polvo seco, con muebles viejos, destartalados. La luz se cuela, cómplice, tímida pero luminosa, por las ranuras de la puerta de madera y goznes de metal. Hay un colchón rectangular  lo movéis y sale humo blanco que no veréis, porque estáis enzarzados en un beso. Caéis en el colchón, uno encima de otro, ¿Cuanto tiempo llevabais queriendo hacer esto? Seguid, seguid, que no hay nada más importante que mirar.
Caminas por la calle, piensas en que ha sido verdad, piensas en contárselo a una amiga, siempre la misma anécdota y ahora con el final que ella quiere, piensas en la conversación que tuviste con él, solo dos días han pasado, nunca se lo creerá así que no importa...

Caminas y caminas, por un lado del botánico, por el centro comercial, y te pierdes, y te perderás... ¿Aquello es el mar?...

Te despiertas.
Te giras en la cama.
Enfadada y con ganas de llorar, le quieres aquí. Ya casi da igual quien sea pero necesitas a alguien,
porque no quieres llorar. Por favor, no, no una vez más, no. No me dejes así de alto, no me dejes seca, no te lo lleves todo, no me dejes sola. No una vez más. Te abrazas en la cama, un sueño en un sueño, que cruel realidad, me siento traicionada por mi mente, dirás. Pero como cada domingo te levantarás de la cama y caminarás.


 

Sínfonia de Mayo.

La batuta tembló en su mano,
Un escalofrío corrió descontrolado a lo largo de su columna vertebral.
Sí, descontrolado...
Un momento, en un momento solo se había perdido en una respiración,
una nube, un ángel, el vaho que se escapa,
ese frío contra calor.

Un torbellino de imágenes se arremolinó a su al rededor de vuelta al instante,
a la realidad,
y se encontró frente a un mar de materia oscura, ligera, volátil,
a punto de estallar,
y un escalofrío le recorrió la espalda.

En el público solo algunos se dieron cuenta,
aquellos que conocian la pieza, o al director, o a la banda;
aquellos ingenuos hipócritas que llenaban un asiento solo por estar, siguieron sonriendo.
Pero otros fruncieron el ceño,
¿Que pasa que, la música sigue sonando, pero, de una manera distorsionada, casi fantasmal?
Las notas se agolpan con un paso primero miedoso y luego acelerado.

El director ha perdido el control,
se ha perdido en la pieza y a si mismo,
y los músicos le miran azorados, "¡Encuentrate, Encuentrate ya!"
Y él esta demasiado triste, demasiado cansado,
cierra los ojos, el instante anterior a conectar; de nuevo.