30 dic 2013

La lección de Marilyn.

"Todo en la vida es sexo, excepto el sexo, que es poder."
Dijo un hombre adueñándose del planeta.

23 dic 2013

Felices fiestas.

Empezamos la ronda.
En el bando número uno: Dos hermanos que no se hablan, dos que no son la esposa ideal, chavales sueltos que no saben que hacer y fantasmas sobre la mesa. Monstruos que susurran cosas tremendas por debajo de las gambas y el chispeante cava. Miradas que matan reflejadas en cubertería de plata, sonrisas enfundadas en telas y alguna gasa. Plástico, comprado, momentos vacíos, siempre igual.

En el bando número dos: Risas que se clavan como espadas, cada vez más diestras, cada vez más burdas y toscas, será por la última copa? Pasa otra más... Hermanos, eso une más que la sangre, porque no es solo sangre es siempre algo más. Y mientras tanto madres que pierden la cabeza, cónyuges que no se presentan, que no se soportan, que dirán adiós; niños con demasiado mundo interior, niños con demasiado mundo exterior, demasiada realidad.  Y mientras un gato bajo la mesa, esperando merendar.

En el bando número tres: Respiramos realidad, nos acurrucamos en el paisaje, en el buen humor, en el nuevo año... Ya casi parece una nueva piel, a veces demasiado estrecha. Nos disculpamos, nos abrazamos, nos preguntamos por que no nos vemos más a menudo, nos contamos batallitas y las fiestas se acaban. Poco a poco, cuenta atrás, pero eso no le importa a quien duerme en el sofá.

Y luego en el cuartel general el aire es distinto, es difícil y especial, todo invita a la reflexión, a pensar porque las sensaciones cambian, pero por qué los olores nos traen recuerdos, por que nos tiene que pasar a nosotros y que más dará.
 Y el tiempo pasa pastoso pero rápido. Corred. Descansad. Felices fiestas.

20 dic 2013

Como a un clavo ardiendo.

Tirados en el sofá, tu fumando, yo bebiendo, tu bebiendo y yo cantando, hasta que caiga el alba
Y nos agarremos el uno al otro, por las mejillas, por las costillas, el uno al otro, como a un clavo ardiendo,
hasta que no quede nada más.

Porque solo puedo ofrecerte mis dedos clavados en tu piel, y sigues sin entenderlo y sin quererlo entender.
¿Que sabes de mí? Cuéntame, ¿Que estás dispuesto a conocer? 
Es fácil amigo mío, no te metas en una situación que no puedas manejar,
no es complicado, es saber como hablar, ser consciente de la situación mas allá de las paredes de tus manos,
más allá de tus miradas en el abismo, del eco en tus oídos.
Y si no quieres, no lo cojas, creete el vale, déjame escucharte, cantar, abrazarte, y quédate con el vale.

Digamos que fuimos malos, pero que lo pasamos bien
que intenté entenderte pero que no puedo ser
Digamos que se nos fue de las manos, digamos eso también
por todas esas verdades que no queramos reconocer hoy.


14 dic 2013

La cruda realidad.

Hay días en los que me pregunto sobre el sentido
de fichar entrada y salida, de quedarse cumpliendo las horas en una casa de fantasmas,
de encerrarse en cuatro paredes dentro de cuatro paredes.
de las cosas que poco a poco dejan de valer la pena.
de la rutina,
del estancarse.


Me pregunto tantas cosas últimamente desde mi edredón,
y me siento mal,
conmigo misma, con el resto,
con el ambiente en general.

Y aparece entonces esa sonrisa, curtida por los años,
Cansada, sí, pero que siempre vuelve a aparecer.
(Porque es la mejor opción, y todos lo sabemos.)
Esa sonrisa que parece tan frágil, y es la más fuerte,
porque ha sobrevivido a todas las tempestades y sigue aquí.
Esa que sonríe, parte triste, parte irónica, pero sonríe
porque es la mejor forma de ver la realidad.

"Porque si piensas cuanto se preocupa él por ti, piensa cuanto te preocupas tú por él."
me dijo una vez mi hermano.
Que cruda, crudísima realidad.

11 dic 2013

Sin reencuentros.

Hoy prometo no engatusarte,
esta noche,
esta noche solamente estaré aquí,
para que tú lo sepas,
para saberlo yo,
por combatir la soledad que arranca la puerta,
y me hace sentirme encerrada en una ciudad entera.

Esta noche me quedo cerca,
como siempre, tan lejos y tan cerca.
Pero escúchame, háblame, regálame unos minutos más...
Tan solo migajas de pan, yo creí poder vivir de eso,
pero eran migajas de pan con un festín.
Y ahora solo migajas, solo...
Apiádate de mí.

3 dic 2013

Con la cabeza patas arriba no se puede estar.

Con la cabeza patas arriba no se puede estar,
y no por nada, sino porque la cabeza no tiene patas.

Pero llegas tú... Llegas tú y todo se lía parda. Llegas tú y a oscuras. Llegas tú y tu mano en mi nuca. Llegas tú y cierro los ojos y canto.

Pero es que llegas tú... Llegas tú y no sé si es cierto. Llegas tú y no sé si lo estoy deseando. Llegas tú, y no sé si vas a volver a llegar, ni porque, ni para, ni cuando...

Que mal, que mal... Camille recupera la cabeza, Camille atenta!
Pero es que Camille no es de esas, Camille es más de dejarse llevar.
Ay, Camille...
Juguemos como siempre, no te quejes si te llegas a quemar. Que ya empieza a ser costumbre, Camille.


30 nov 2013

Fantasmas.

Me despierto y cuento las horas, las horas los minutos los segundos desde que llegó, y no conseguí arrancarlo de mí, desde que me permití darme el vicio de sumergirme en la voz y en las imágenes.
Y ahora dos manos me arañan el centro de la espalda.

Malditas palabras, maldito Daniel, maldita la foto y maldita la niña. Maldita, sobretodo, la sombra en la pared.

Como destrozar las barreras de aquello que se venía guardando, la fragilidad del pasado de una mente; asomarse al centro del universo pensando en una pequeña llama y ser devorada por un inmenso huracán.
Y yo aun tan pequeña, y tú, de repente, tan humano.

Adios al aire de los pulmones, se fue con el punto fijo donde se ha perdido la mirada. Vinieron los escalofríos mientras temblaba la pared, los tiros al cielo que bajaron certeros. Y acabaron costillas y manos aplastadas, desgarradas, porque no se puede tocar el centro de un atómo (aunque dormido, siempre) a punto de estallar.

Se habla de miedo, encerrado, ahora ronda suelto. Tu voz lo aviva, sí, me das miedo. Así que no me hables sin saber nada de ti, porque me destrozas, porque sin querer me veo, me veo y me destroza.





28 nov 2013

Desaparecido.

Vamos a ponernos sinceros.

Se que no soy quien, si repaso las lecciones me doy cuenta de lo poco que sabemos de nuestras vidas, de lo mucho que es arriesgar pensar que si me pongo coqueta para ti tu lo vas a saber apreciar. Tú, que no sabes a que tengo miedo ni porque, Yo que no se de tus rutinas ni de tus cafés. 

Se que no es momento de empezar cosas, que la distancia no es buena, ni quizás yo buena compañera. Pero resulta que te quiero cerca. Mucho más que los kilómetros y las palabras y las lágrimas secas. Que esto de estar no es tanto de tocarse como de presencia.

Dime si voy a coger un tren, dime si cuando aparezca estarás con los brazos abiertos. Dime si lo que tengo es psicológico y el miedo un síntoma más. Y dicho esto dime algo más y sorpréndeme.

Se que es probable que te hable y no sepa de ti ni de tus noche en vela, pero quiero intentarlo, dar en una diana a ciegas para ser la que anochezca cerca de tu cuerpo y junto ese despierta. Yo, que no sé a que tienes miedo ni porque. Tu que no sabes de mis rutinas ni de mis cafés.

Yo, que besaría cualquier cicatriz, Tú que me regalaste aire y frío para vivir.
Aunque no sea ella, que calza mas de un treinta y seis, déjame por un par de noches dar el perfil.


23 nov 2013

Sustituto de tiempo.

A la chica que no le cabía la sonrisa en la boca, ahora se le desbordaban las lágrimas de los ojos.
Su expresión, más cansada que triste; su cara, sorprendida por los ríos que se van precipitando
Aun no ha tenido tiempo de reaccionar en un gesto, en una mínima perturbación. Permanece inmóvil.
Y mientras tanto, una vuelta, un brazo; su cuerpo, una ola.
Va y viene, y su pecho se rompe, y tú te rompes con él.

¿Qué te pasa niña?
Déjame que te abrace,
a pesar del tiempo, de la distancia, de los sentimientos... Déjame que te abrace,
y luego vuelve a jugar.

18 nov 2013

La lección de Ofelia- Escena.

(Ella, sentada en el autobús, arreglada, cansada pero coqueta. Él, tarambana y jugador, entra en el bus y se le nota la personalidad confiada en la forma de andar. Camina hacia el final del bus, y de repense la ve, continua andando y luego vuelve sobre sus pasos.)
Daniel: ¿María?
(María se toma su tiempo, gira primero ligeramente la cabeza hacia la voz, luego mira por la ventana, luego vuelve a mirar más detalladamente.) 
María: ¿Daniel? (Daniel sonríe, María sonríe también, pero apurada. Se levanta como si fuera a darle dos besos pero lo esquiva por detrás, lo adelanta y hace para salir del bús.)
Daniel: Espera ¿Te bajas aquí?
María: (Por lo bajo) Sí…
Daniel: ¡Espera, espera, voy contigo!
(María suspira, camina hacia el otro lado del escenario, Daniel le sigue. Las luces le siguen y así a su vez los que quedan en el autobús quitan la escenografía y la meten para bambalinas; preparándose también aquellos que hayan de salir en la siguiente escena de transeúntes.)
Daniel: ¿Y.. que tal la vida?
María: Pues bien… ¿Y tú?
Daniel: Bien, bien…
(Silencio.)
Daniel: (Juguetón.) ¿Sabes? Justamente había estado pensando en ti, (le coge la cartera amablemente a María y aprovecha para acercársele.) Hace ya tanto tiempo. ¿Y no tienes nada más que decirme?
María: (Se aleja. En voz baja.) No amor, tu ya te me rompiste entre las costillas.
Daniel: (Le sigue. Embaucador.) Tu aun sigues entre las mías.
María: (Con desesperación en aumento.) Dime… ¿Como quieres… ¿Que buscas… ¿¡Cuanto sientes, que quieres que vuelva contigo?! (Retira la vista y baja la voz. Se mete en el callejón.) Fuiste un infierno; fuiste un infierno, amor., pero Dios sabe que volvería con una palabra tuya.
Daniel: Vuelve.
María: (Desesperada, cada vez más al borde de las lágrimas.) ¡¿Y he de creerte?! ¿Como cuando me dijiste te quiero y quisiste también a otras? ¿Como cuando buscaste mis palabras mientras escuchabas otras voces, otras noches…Otras-Otras tantas!Y sin embargo… Dímelo. Dímelo otra vez. Otra y vuelvo.
(Silencio.)
María: Y ahora callas…(Se lamenta) Ay amor… Y es que será amor, porque siento que me matas.
Daniel: (Impasible.) Yo no te toco, yo no te mato.
María: ¡Y tampoco me quieres… Ni a eso alcanzas… Tan solo vas herrando la soga para que me la lleve a la horca. (De espaldas) No me mires con esa cara (Se gira.) ¿O es que ya ni me miras con esa cara?… (Para ella misma) Me regalaste tantas palabras… Me volviste loca, (Con tono distraído, deambulando y sin mirar a Daniel.) ¿y ahora me dejas? Pues quizás la loca va y se ahorca.
Daniel: (Levantando la voz, firme.) María ya esta bien.
María:  Sí, ya está, no te preocupes. (Se gira y mira a Daniel.) Perdón; de verdad. (se acerca y coge su cartera) Ya está. (Mira hacia otro lado) Hagamos como si esto no hubiese pasado. (Al infinito, al frente.) ¡Nada ha pasado! (Anda. En voz baja.) ¿No es así ya para ti? (Se gira rápidamente para comprobar que Daniel no la ha escuchado, el hace un gesto de ir a por ella y ella, con otro gesto le invita a no hacerlo.) Déjalo, déjame. Me voy, me marcho. Dejémoslo estar… (Se gira por ultima vez) Buenas noches… Buenas noches, por todas las que ya no te pueda dar. (silencio.) (en voz baja.) Buenas noches, solo esta vez más… (Sale de escena.)
(Daniel se queda en escena, confundido, al final sale de escena por el camino contrario que María.)

Fin de la escena.

15 nov 2013

Nombre y apellidos.

A veces pienso que tengo frío, que mi cuerpo tiene frío, y que para cuando eso pasa los nombres se difuminan.
Y me pregunto, me cuestiono; y espero. Quizás olvido.
Pero al final, cuando las horas de nuevo se quedan largas y mis piernas, cortas; cuando son los pies los que tienen frío y mi cabeza anda dispersa; entonces mi soledad, en mi cama, tiene nombre y apellidos.

11 nov 2013

A.

100.
Te quiero.
Siempre.
N.

La lección que no aprendimos.

Hubo una lección que las mujeres no aprendimos, la lección de Ofelia.
Los hombres engatusan, se olvidan, te vuelven loca y te matan.

Siempre.




14 oct 2013

Promesas.

Hice una promesa. Creo (me temo) que la olvidé (por demasiado tiempo).
Pero hoy se enciende en mi memoria, en mi mente, en mi camino, de nuevo esa luz.
Voy por ti, voy tras de ti. Voy a hacer que te conozca el mundo.
Quédate, voy por ti. A.


11 oct 2013

Sábanas rotas.

Componerte una canción porque ya a veces se me desbordan los modales, las culpas y las disculpas.
Se me escapan los sueños, los fraudes, y los defraudes.
Huyen los prejuicios, las reglas y los pasados.
Y me ronronean en los pies, en el vientre y en los oídos, tantas tantas promesas vacías...

Que temo acabar con las sábanas rotas.

2 oct 2013

A.

2 de octubre.

Te echo de menos.








Llueve...
Gracias.

Jose Luis Medina

No puedo estar más orgullosa de mi abuelo porque no es posible.
Porque quizás no hay nieta que este más orgullosa que yo de mi abuelo.

Juegos de niños.

No empecemos este juego, no sé si nos va a gustar.


Que yo ya he estado en tu lado, no quiero que sea así para ti.

31 ago 2013

De lo que hablo cuando digo que quiero dormir contigo.

Cuando a veces pienso (y quiza alguna vez digo), que quiero dormir contigo, no me refiero a sexo. Tampoco, ni si quiera,a hacer el amor. (Aunque, ya sabes corazón, que estoy abierta a negociaciones respecto antes y después.)
Cuando hablo de dormir contigo no hablo de hacer la cucharita toda la noche, ni de apoyar mi cabeza en tu pecho o de que tu la apoyes en los mios. No estoy hablando de tus mimos, ni de que me mezas, ni de que hundas tus dedos en mi pelo hasta caer rendidos.
No quiero dar a entender  nada relacionado con nuestros sueños, quizás, entrelazados. Ni con nuestras duermevelas o con nuestras ausencias distantes.
Cuando pienso (y a quizá alguna vez digo), que quiero dormir contigo, a lo que me refiero es a compartir una cama, sabiendo que en cualquier momento podré extender el brazo y tocarte, buscar tu mano y apretarla ; sabiéndote ahí conmigo.
Que quizá luego nos abracemos, nos besemos, o hagamos el amor. Pero para mi lo importante es que estés ahí cuando despierte.
Y, 
si yo despertase antes, 
poder, 
simplemente, 
verte dormir, 
en paz, 
a mi lado.

21 ago 2013

La tribu de los pies descalzos.

La sala esta a oscuras mientras una manada observa expectante los objetos moviles iluminados.
La mayoria, sentados, unidireccionados, enfocados a otro tiempo, a otro lugar...
Y alla, en el final de la sala, espera la tribu de los descalzos, en un puente entre ambas realidades, conociendo las dos naturalezas de los que en la distancia brillan.
Porque sufren con ellos, porque han sido ellos, porque estan conectados, y aunque ahora no lo esten, aquellos tambien son descalzos.
Por eso la tribu mira expectante, y tambien se miran entre ellos, se tensan como cuerdas y suspiran de alivio, todo al unisono. Rien como nunca, se oye algun sozollo. Son solo ojos en la oscuridad, ojos y pies descalzos, viendo a parte de su familia de tinta actuar.

Gracias por cerrar conmigo la puerta.
Espero volver a abrirla pronto,
No hay nada que me guste mas que ser ojos en la oscuridad... aunque quizas si, tener los pies descalzos.
Gracias por dejarme ser una mas con los pies descalzos.

Summer '13 Madison YSP. "Hamlet."

(6:54)
 

16 ago 2013

Tras la noche de estreno.

Los ultimos primeros y los ultimos primeros...
Ay, ay, ay...
    que cerca queda la partida, y que lejos, mi imagen en el espejo...

8 ago 2013

A veces tengo un sueño,
Un sueño ligero y dulce, que viene con el viento y me susurra al oído.
En ese sueño tengo una casa, es una casa con dos pisos pero solo dos, tres, cuatro habitaciones.
Hay poco mobiliario y es bastante simple, pero es especial, se transforma, de tal forma que una humilde morada puede ser hasta la sala del trono real.
Sí, hay poco mobiliario, pero muchas sillas, muchas, tantas que ocupan gran parte de una de las habitaciones.
En esta casa vive mucha gente, y esta gente, como el mobiliario, es especial; tambien se transforma, muchos de ellos solo viven cuando estan en esta casa, otros solo en verdad viven cuando entran por la puerta.

En esta casa yo tambien podré en verdad vivir, podre extenderme, salirme de mi de modo que me transforme o transforme a otros. Podre también retraerme, hasta los confines de mí de modo que yo desaparezca y solo queden mis ojos en la oscuridad.
De este modo sentiré la euforia y las lagrimas serán solo de esfuerzo, de alegría o de cocodrilo.
De este modo no tendré que salir de esa casa sin saber si voy a volver o no; de este modo tendré una familia que se une, más que por sangre, por tinta.
Y así ese el sueño que aparece a veces en mi mente.
Esa imagenes se cuelan por mi cabeza y luego, al poco, desaparecen.

Todo asi cabe en el sueño
Es tan dulce que no
Acaba porque esta anclado
Tan fuerte dentro...
Resistiendo grita
¡Obligadla!

14 jul 2013

Llaves.

Se abren,
se cierran cosas.

A veces una se pregunta si esa vieja puerta nunca dejará de chirriar,
por mas aceite que se le tire.

También a veces me pregunto por la existencia de esa llave maestra
que no abre todas las puertas,
pero si todas aquellas que son buenas para ti.

Me pregunto si sirven de algo los portazos,
cuando realmente sirve tan poco encerrar a alguien.

Si la gran puerta de los demonios se podrá cerrar con ayuda.

¿Y cuando alguien no cierra bien una puerta?
Los ambientes se mezclan hasta que el resultado es insoportable,
Caos.

¿Y cuando se fuerza una puerta?
Fuego.
Hielo.

Cuantas llaves y que pocas son reales...
Porque hay puertas, que no llevan a ningún lado.

9 jul 2013

El paso.

"Quedarse con lo bueno,
Que manida queda la frase. (Y como siempre que maldita gran verdad.)"



De pequeña vivía asustada, pero (Como esto no es un concurso de autocompasión diré que) llegado el momento me cansé de vivir asustada. Me sabía débil, aunque es una cosa que no suela decir a menudo, pero no es tan terrible como suena.
Yo sé que tengo valor. Por ejemplo, tengo visión, se que las cosas están mal, que hay que cambiarlas. Pero yo no me siento capaz, las grandes cosas no tienen porque pasarme a mí y, nadie sabe mejor que yo lo mal que nos llevamos la frustración y yo (eh, vieja amiga?). Pero creo que tengo el valor de dar mi fuerza a aquellos que si que pueden cambiar las cosas, porque de verdad conozco a grandes personas.

Pero después de una larga conversación, llena en si misma de frustración, una conversación en que las ansias de hacerme comprender transcendieron la necesidad de guardar este secreto, dije todo esto en voz alta. La reacción de la otra persona me frustró aun más, insistía en que me infravaloraba.

Y me di cuenta después de algo. Aunque ha tenido que ser mucho después.


Yo tenía razón, no me infravaloraba: si pensaba así, tenía ese valor. Pero realmente me di cuenta de que tan solo era un (pobre) mecanismo para no tener que lidiar con toda esa frustración, y porque no decirlo, con todo ese miedo que aun llevaba dentro. Miedo de caer, de fallar, de ser de verdad Débil.
Había disfrazado mi miedo con una incapacidad que parecía real por vestir de "verdad incómoda que nadie admitiría y por tanto si se dice ha de ser forzosamente una verdad" y que me hacía parecer una persona medianamente "fuerte" por admitir mis limitaciones.
Afortunadamente este curso (diga lo que diga la gente) me ha servido de mucho por conocer a autores como Manuel Castells, Niestzche o Platón. Bueno y Ortega un poco también. Pero lo que iba a decir es que se me había olvidado que una persona realmente es débil, impotente, cuando se convence a si mismo de que no puede hacer nada al respecto, de que fracasará haga lo que haga. Se me había olvidado que el fracaso sirve para algo y que si la gente se arriesga es para algo.
Si pierdo, significa que ese no es el camino, pero que hay doscientosmil más que probar y algún otro más se me ocurrirá; y si gano... Bueno, sería Ganar. Se me había olvidado que con el método de ensayo y error se salvaron muchas vidas.

Así que he decido dar un paso, y otro más, porque él también tenía razón, me infravaloraba por creer que mi presente sería mi futuro; estaba estancada y ha llegado el momento de moverse, vamos a dar un paso. Vamos a arriesgarnos.
Por que si fallamos volveremos a intentarlo de otra manera, y si lo conseguimos... Lo habremos conseguido.
Y si al final de la vida no he conseguido nada... Bueno pues entonces ya veremos, porque hasta entonces hay mucho tiempo si tenemos suerte, y no hay que adelantar acontecimientos. Pero si llegado un momento, el momento final, no he conseguido lo que quería, no lo he encontrado a pesar de intentarlo por todos los caminos que he podido escoger,
si lo he intentado todo cono todo mi ser,
quizás no consiga lo que venía buscando, el cambio,
pero quizás justamente eso me haga Fuerte,
y ¿No es, después de todo, lo que venía buscando desde un principio?

Así que gracias a  mi madre por sus consejos,
a Pablo por sus conversaciones,
a Míriam por prestarme su cámara,
y al gobierno de España 
por no haber quitado (aun) la filosofía como materia obligatoria,
(no lo hagan, sería un grave error, nos estancaríamos,
aunque claro, si eso es lo que quieren...)

Movámonos.
Paso firme, no nos puede esperar nada peor,
y hasta los errores,
nos hacen estar más cerca de nuestros objetivos.

Somos lo que queda después de una ruptura.

Hace mucho que quería escribir esta entrada, pero la verdad es que no es fácil. Para nada.
Pero hoy me siento triste, llevo varios días así, no se lo que me pasa, subir escaleras es complicado y cansado y esta escalera es muy alta.
Quizás es que abrir la caja de los demonios encerrada en Jane Eyre no me ha venido tampoco muy bien y quiero remediarlo.

Quería escribir que somos lo que queda tras una ruptura. No hace falta que esta sea tras una relación amorosa, simplemente la perdida de alguien del que eras dependiente en varios sentidos, porque aquí la ruptura no es tanto para con la otra persona sino para con tu rutina, contigo mismo y con tu vida anterior.

No voy a hablar del hecho de la perdida, Dios sabe que eso es pedirme demasiado, pero quiero hablar de lo que pasa después. Podemos, después, creernos fuertes pero sentirnos débiles y automáticamente encadenarnos a otra persona para borrar a la anterior, una tras otra hasta que tengamos que replantearnos nuestras opciones, aunque la verdad es que hay gente que nunca llega a replantearselas. Hay gente que entra en un ciclo de relaciones en las cuales pide más de lo que puede y que da más de lo que tiene, gente que no conoce su propio valor y necesitará de la otra persona para que se lo recuerde constantemente. Es una carga que ninguna de las dos personas podrá soportar mucho tiempo en una relación, no sin derrumbarse, no sin acabar llorando en un sofá en vez de haciendo el amor.

También podemos después creernos débiles y sentirnos miserables, caer en una profunda depresión, que nos deja inútiles (no-útil, exactamente eso.) sin capacidad de acción, nos anulamos a nosotros mismos, nos perdemos en la perdida, en shock "gracias" a un mazazo emocional que nos ha dejado en el suelo y amenaza con arrastrarnos físicamente también.

Hay otra opción, complicada, que siempre estamos a tiempo de tomar, no importan los años ni ls relaciones pasadas y que solo dependen del valor propio y personal porque trata justamente de eso, de redescubrir tú valor único. En esta opción debemos asumir que no estamos "hechos" para estar con otra persona, al menos no aparte de nosotros mismos. Somos nosotros lo que en plenas facultades mentales y físicas decidimos darnos a otra persona, pero no porque nadie lo diga, nadie que no sea nosotros puede poner esas palabras en nuestra boca. Y es que ¿Si no se tiene amor propio, que amor pretendes compartir con otra persona? Una persona que quiere a otra sin quererse a si misma, requeriendo entonces su amor propio creará una carga tan grande a su compañero que no será capaz de soportar a no ser que el no busque lo mismo, lo cual tampoco suele traer buenas consecuencias.

El amor, amar a una persona, no debería ser depender de ella sino apoyarse en ella. Tener complicidad, intimidad y entendimiento mutuo. Ganas de compartir algo juntos y de esforzarse por ello. Así, llegado el momento, podríamos sobrevivir si la relación simplemente no llega a más.

Porque solo nosotros somos dueños de nosotros mismos.
Y esa es la verdadera dignidad,
el verdadero valor humano.

Quererte con  tus virtudes y tus defectos,
Luchar por ser tu mejor yo,
Atreverte a ofrecer tu mejor yo al resto de las personas,
Perseverar y no cerrar tu corazón ni tu mente
ni a las experiencias ni a las personas.
Y a pesar del pasado,
mirar con Esperanza el futuro.

25 jun 2013

3 meses, 10 días.

Tu tan agua y yo tan tierra.
Tu necesitas libertad y movimiento.
Yo, raices, estabilidad,
Tu te escurres,
Yo me asiento.

Yo, como tierra, te acogí,
Tu, como agua, fluíste y me llenaste de vida.

Eramos geniales juntos.
No lo dudes,
cuando echemos la vista atrás,
nada salió mal,
solo se acabó,
eramos jóvenes, y estábamos enamorados.

Gracias por todo, y por más, Buonarotti.
(Sí, con doble t y no con doble r)
Un abrazo con el brazo izquierdo por encima,
tu Eri, siempre la primera.



Paso firme, no vale derrumbarse.

29 may 2013

Me tienes tan ganada...

Y me haces tan feliz.
Porque la calle caballeros de repente se hace eterna,
pero nunca demasiado larga.
Porque el Carmen de repente es mucho más grande,
y guardo recuerdos en sus fuentes, en sus paredes...
Porque ver edificios tiene ahora una segunda voz en mi oreja,
e incluso a veces muchas más.

Porque sé que yo también te hago feliz,
se te ve cuando te ríes (incluso de mí).

Por todo eso y por todas las puertas que hemos abierto juntos,
Démonos un abrazo, en cruz, con el brazo izquierdo por encima.
Sí, tú sabes bien porqué.

Porque me tienes tan ganada...

25 may 2013

21 may 2013

Consumida.

Jaque...
y me quedo petrificada,
y agacho la cabeza a la espera del próximo movimiento,
y me hago la idea de morir de sed
aquí,
entre la espada y la pared.
Porque estoy apostando todo al rojo,
y veo el porvenir muy negro.
Porque estoy apostando todo al rojo,
y ya me estoy empezando a quemar.

19 may 2013

Un segundo eterno.

¿Y si solo quisiese tenerte un poco? Un rato pequeño, nada más, lo prometo.
Quiero tenerte un segundo eterno, y saber que en ese segundo solo eres para mí.
Esa sonrisa. Yo no quiero esa mueca que haces por cumplir.
Me niego.
Dame antes una bofetada, dame antes un gesto de espanto, dame antes incluso la espalda.
Pero si me sonríes, sonríeme con todo el cuerpo. Entorna los ojos, arruga las comisuras de los labios, amplíalos, tensa el cuello, encoge los hombros, respira en un segundo.
Regálame esa sonrisa y despues me iré,
regálame ese segundo y me olvidaré de lo demás.
Me iré triste pero tranquila.
Porque sabré que a pesar de todo, durante un segundo eterno,
me regalaste todo tu ser, en un sonrisa,
que me quisiste, en una sonrisa.


El resurgimiento de la golondrina.

Y si fuera un pájaro, ¿Lo seguiría haciendo?...
¿Puede un pájaro compararse a otros pájaros?
Me pregunto si querría tener un plumaje mas bello, unas plumas más brillantes, volar con más garbo, más rapido, más alto.
Me pregunto si se me quitarían las ganas de volar de ver aquel pájaro dominar al sol.
¿Y si soñase con ser pájaro?
¿Y si el pájaro soñase con ser humano?
Porque ¿Nos podemos comparar entre especies?
 No, diréis que no es lógico, que ni si quiera el gorrión puede compararse
con un pavo real,
 ni con una golondrina, ni con un avestruz.
Pero si yo me siento gorrión, y la veo golondrina, ¿No me puedo comparar?
Espero que no, que alguien me diga que no.
Porque simplemente No hay comparación.


15 may 2013

Afección en cinco sentidos.

Oh tú,
superficie donde se reflejan mis pecados
habidos y por haber
¿Por qué aparecen todos acometidos sobre tu piel?
tú, terciopelo lascivo, que me tientas
a intentar tenerte
en todos tus centímetros.

Dos pozos negros en los que dejo caer
mi alma destrozada
Todo en tu cuerpo me guía a ti,
descarado dulzor, que me empalaga prometiéndome
sensuales, rijosas, fantasías.

Eres el eterno reflejo
en el extremo interno de mi córnea.
Tu sola presencia me hace impía,
quiero liberarme,
quiero ser feliz,
pero una palabra tuya bastará para intoxicarme.

Oh tú,
roce vertiginoso que perdona mis pecados,
son las caricias de tus dedos,
es cuando me sostienes entre tus manos
cuando el mundo se hace tangible.

Tú, que me recompones
con solo perderme en los lagos de creación
que me miran atentamente
desde todos los abismos del color.

En el hueco de tus brazos,
dame paz,
junto al tintineo de tu pecho,
en comunión con tu boca,
dame ternura, dame pasión,
Y en tu fragancia inmaculada,
limpia mi mente,
dame amor.

 

9 may 2013

Dicotomía Mental.

Sueño.
Despierto.
Sueño.
Despierto.
Sueño.
Despierto.

Tanto y tan poco en una noche,
¿No sientes ya, como nos deshacemos en moléculas?
¿Cómo se desarticulan nuestras mentes?
Cuando se desbarate mi cuerpo,
   que quede enredado con el tuyo.
Vuélveme a juntar.
Volvamos a dormir.


5 may 2013

Onirismo.

No saber en un sueño si lo anteriormente soñado,minutos antes, fue un sueño en el sueño.

Cierro los ojos y le veo sentado junto a mí, de repente, en un parpadeo, estoy sentada encima suyo, y nada importa, nadie nos ve, nadie lo nota. Le robo un beso, uno pequeño. Y me sabe a gloria. Quiero más de Él, lo quiero Todo de Él. Siento sus manos bajando por mi espalda, siento su respiración en mi boca, mis manos enredarse en sus rizo. Él, como siempre, pero ahora, para mí. Con el tacto de su rostro, el olor de su cuello, besar el color de su piel, sentirle a través de su ropa, la de siempre; pero a centímetros de mi.

Cambio de imagen, (¿Lo habrá soñado?), camina por la calle con una amiga, hace un día de claros y oscuros, la pared de cal blanca parece sucia con las nubes sobre ella, la puerta verde jardinero parece brillar con ese típico esmalte barato. Entran en un bar de mesas de mármol y sillas de metal, retorcido. La entrada es estrecha, las mesas están casi pegadas entre ellas, parece que el cualquier momento las sillas adosadas a cada mesa fuesen a chocas con sus homónimas de espaldas. Un mar de metal negro y en un oasis de sal, míralos allí, el con un amigo de profesión, riendo sin más. ¿Que estarán tomando?
Uno de mis compañeros hace hablada su presencia "Mira, si están esos ahí". Pero nada, algo parecido al entusiasmo, electricidad, hace círculos en el estómago. Diriges la mirada hacia el suelo, no vaya a ser que esta te traicione, nunca  le has dejado hablar por ti en momentos en los que te pueda fallar. Con un gesto de indiferencia te encoges ligeramente de hombros, mueves la silla y te sientas. "bueno, y que más da" le respondes al amigo que aun mira fijamente el oasis de sal. Pediremos un café y mientras pensar si lo que se ha vivido antes es un sueño.

Con la cabeza gacha salir del bar, mis amigos y yo, y yo acabo por quedarme atrás, demasiado cansada mentalmente como para caminar, el polvo se levanta del camino de tierra seca, ahora el sol ilumina y casi ciega desde los reflejos.

No te paras pero observas como la casa de cal ahora deslumbra, como la puerta verde ahora parece casi desvencijada, incluso la madera asoma bajo la pintura agrietada, amarillas astillas secas después de demasiada humedad. Parece que el brillo que tuviese antes tan solo se lo hubiese dado una lluvia oportunista. Y una mano te coge desde atrás, notas su fuerza, notas como te para en tu camino, se cruzan algunas palabras con demasiadas cosas escondidas por miedo, retenidas por la respuesta de la otra mitad. Pero lo que importan son los ojos, esos que brillan sumergidos en recuerdos, en la visión de  en frente, esa otra mitad. Una alegría súbita al saber que no era un sueño. Corréis, os escondéis, en una pequeña casa de cal, otra cualquiera, llena de polvo seco, con muebles viejos, destartalados. La luz se cuela, cómplice, tímida pero luminosa, por las ranuras de la puerta de madera y goznes de metal. Hay un colchón rectangular  lo movéis y sale humo blanco que no veréis, porque estáis enzarzados en un beso. Caéis en el colchón, uno encima de otro, ¿Cuanto tiempo llevabais queriendo hacer esto? Seguid, seguid, que no hay nada más importante que mirar.
Caminas por la calle, piensas en que ha sido verdad, piensas en contárselo a una amiga, siempre la misma anécdota y ahora con el final que ella quiere, piensas en la conversación que tuviste con él, solo dos días han pasado, nunca se lo creerá así que no importa...

Caminas y caminas, por un lado del botánico, por el centro comercial, y te pierdes, y te perderás... ¿Aquello es el mar?...

Te despiertas.
Te giras en la cama.
Enfadada y con ganas de llorar, le quieres aquí. Ya casi da igual quien sea pero necesitas a alguien,
porque no quieres llorar. Por favor, no, no una vez más, no. No me dejes así de alto, no me dejes seca, no te lo lleves todo, no me dejes sola. No una vez más. Te abrazas en la cama, un sueño en un sueño, que cruel realidad, me siento traicionada por mi mente, dirás. Pero como cada domingo te levantarás de la cama y caminarás.


 

Sínfonia de Mayo.

La batuta tembló en su mano,
Un escalofrío corrió descontrolado a lo largo de su columna vertebral.
Sí, descontrolado...
Un momento, en un momento solo se había perdido en una respiración,
una nube, un ángel, el vaho que se escapa,
ese frío contra calor.

Un torbellino de imágenes se arremolinó a su al rededor de vuelta al instante,
a la realidad,
y se encontró frente a un mar de materia oscura, ligera, volátil,
a punto de estallar,
y un escalofrío le recorrió la espalda.

En el público solo algunos se dieron cuenta,
aquellos que conocian la pieza, o al director, o a la banda;
aquellos ingenuos hipócritas que llenaban un asiento solo por estar, siguieron sonriendo.
Pero otros fruncieron el ceño,
¿Que pasa que, la música sigue sonando, pero, de una manera distorsionada, casi fantasmal?
Las notas se agolpan con un paso primero miedoso y luego acelerado.

El director ha perdido el control,
se ha perdido en la pieza y a si mismo,
y los músicos le miran azorados, "¡Encuentrate, Encuentrate ya!"
Y él esta demasiado triste, demasiado cansado,
cierra los ojos, el instante anterior a conectar; de nuevo.



25 abr 2013

De no tenerte entre sábanas.

La cabeza le daba vueltas sobre los hombros,
notaba los pies frios, la nuca mojada.
¿Qué había pasado?
¿Dónde estaba?
No podía soportar la habitación así, con la luz apagada.
Algo dentro quiso levantarse y correr
pero el sistema aun estaba dormido,
una conciencia rápida encerrada en un lento despertar.

Poco a poco levantó la mano, encendió la lampara,
no había nada allí.

No, ya no estaban las callejuelas mal iluminadas,
ni el autobús renqueante,
ni la puerta de madera, casi desvencijada.
No estaba aquel hombre que, siniestro, la había perseguido lentamente,
hasta hacerla gritar.
Lejos quedaba ya esa risa nerviosa de quien escapa por poco de la adversidad,
también la cara blanca de su acompañante al descubrir
los repentinos repiqueteos del mal en la mirilla.

Poco a poco se encogió en la cama,
no habia nada allí.


14 abr 2013

Planes (o intenciones)

Quiero:

- Poder dedicarme a mi arte sin que todos me digan que debo estudiar.
- Mejorar en mi dibujo copiando, copiando, y copiando, ara entrar en la carrera en buenas condiciones.
- Ir a pasear por el río y la ciudad, sin nada más que hacer, que acariciar aceras.
- Plantar geranios blancos y albahaca.
- Limpiar los azulejos.
- ¿Hacer interiorismo, quizás?
- Aprender a ir en bici.
- Coger trenes, buses...
     + Ir a Madrid, perderme en sus museos (a ser posible en buena compañía)
     + Ir a Barcelona y vagabundear por sus calles.
     + Ir a Requena a hacer senderismo y lo que surja.
     + Ir a Vergel, darlo todo en su fiestas por la noche y recorrer los alrededores por la mañana (sin duda, con buena compañía)
- Piscinear con mi hermana.
- Volver a coger adicción a las timbas de continental.
- Volver a ir al mercadillo y al lizarran con mi triverso.
- Pasar más tiempo con mi triverso.
- Ver más peliculas, y visitar más la filmo.
- Poner al día la web de las camisetas, los pedidos, e ir a la tienda a promocionarme.
- Terminar la obra de teatro y empezar los ensayos. A ser posible representarla.
- Volver a coger práctica con la guitarra.
- Cocinar más.

Ay, verano, verano... 
Llega pronto, hazme el favor!

9 abr 2013

El peligro de lo flamígero.

Ojalá la furia de los astros caiga sobre tus rodillas para que tengas que ver el mundo desde el suelo,
Así entenderías mi frustración al ver a las estrellas fugaces tan lejanas como fulgurantes.
Ojalá te enamorases de un lucero encendido para que te obsesionases con su lengua de fuego,
Así entenderías mi temor y mi deseo al querer algo que ni puedo ni debo.

7 abr 2013

La zona.

Entraron como si se tratase de un juego infantil, "demasiado mayores para estas cosas." seguro que pensó alguno. Pero se dejaron llevar, así como suele pasar en las grandes cosas de esta vida, que suelen ser causadas por los momentos más minúsculos.

Se sentaron, sintiendo como la mugre se mostraba reticente a dejarles un espacio, en unas líneas de piedra que aun podían considerarse superficie pisable.
Ella se acomodó todo lo posible sin pensar que en unas horas se daría cuenta de lo parecidas que eran aquellas líneas a la vida. Firmes, direccionadas; puestas allí por alguien, pero sin sentido aparente. Resistiendo el embate de la suciedad y ignorando como, poco a poco, son carcomidas por la humedad.
Rogando por encontrarse en su final con otra línea que les adjudique un poco más de tiempo-espacio, aunque sea en un obligado cambio de dirección.

Ellos, que ya conocían del hechizo del lugar, se preguntaban si sus acompañantes serían capaces de desentrañarlo y unirse a ellos en aquella otra realidad. Aunque ellos no veían lo mismo, para ellos aquel espacio venía dado con tintes de lluvia, como seco refugio a pesar del frío o la oscuridad. De hecho es probable que ni los dos sintiesen lo mismo, y es que a veces la importancia no está en compartir la sensación tanto como el significado.

Ella observó la luz desde aquella oscuridad, sintiendo el frío colándose por sus huesos, instalándose en ellos, adormeciéndola. Fortuitamente forzada a  la soledad (esa que suele ser necesaria para entender las cosas que suceden más allá de nosotros) se deja caer en una marejada de pensamientos. Y descubre que, hasta en una escena tan desangelada como la que transcurre frente a ella, se puede encontrar belleza. Una belleza deshumanizada, es cierto. Ver como la naturaleza lucha por engullir lo humano, borrar el rastro de aquella persona que la modificó: las enredaderas devorando la edificación, la grava desordenada, los restos de una tormenta en el cielo, por tierra.

Vuelve de su ensoñación para encontrarse sumida en el silencio que a sus pensamientos corresponde, para encontrarse con los ojos de un acompañante. Un parpadeo espaciado rematado, quizás, por la preocupación. Ella, iluminada en la negrura, sonríe; consciente de como comunicarse sin caer en el habla. Sabiendo que cuando el aire se hace espeso, y la materia parece comenzar a desintegrarse; cuando las partículas de tu ser parecen tan ligeras que en cualquier momento echarán a volar, simplemente no es momento para hablar.

Y se rompe el hechizo, un golpe de viento atraviesa la estancia. Cada uno se acostumbra a su cuerpo y se disponen a seguir con el viaje.
 Quien sabe, quizás, ha pasado un ángel.

31 mar 2013

La problemática de la capilla sixtina.

Buonarroti salió de su taberna favorita, aun angustiado.
La problemática de la dichosa capilla le consumía.
Ya no encontraba consuelo en los sinceros borrachos de aquel antro, tampoco en los mendigos iluminados de las malas calles de aquella ciudad.
Los parroquianos se le aparecían ahora como la personificación del sinsentido, de la desesperación y evasión inutil.
Los mendigos se habían vuelto viejos conocidos, y con ello habían perdido de lo circumstancial y casual que su inspiración requería.
Si quisiese un viejo conocido corrompido por el sinsentido o la desesperación Miguel Ángel solo habría tenido que mirarse al espejo en el momento justo del día. Él bien lo sabía.

Caminó entre las callejuelas hacía la parte baja de la ciudad, viendo como la luz rebotaba en los adoquines del cámino, medio destruidos por la humedad. ¿Donde quedaba la grandeza del sol en aquellos instantes? Se sentía sumido en un noche demasiado larga, ¿Como manejarse en la grandiosidad del mundo si no se es capaz de verlo en su totalidad? ¿Qué espera en esas sombras traicioneras? Quizá maravillas, quizás pesadillas, pero sumidas en la oscuridad nadie sabrá de ellas.  Así se sentía nuestro pobre hombre, incapaz de sacar de las sombras aquella materia; de hecho, quizás eran imaginaciones suyas; pero podría haber jurado como pequeños lianas de oscuridad se deslizaban por su cuerpo cuando se descuidaba, dispuestas a arrastrarle a él también.

Acabó dando con sus huesos en el viejo burdel. Como siempre le recibieron con los brazos abiertos, incluso algunas con las piernas abiertaspor igual, pero el joven no estaba hoy aquí para ellas. Nada podía ya ver en aquellas anatomías grotescas en el juego de luces y sombras, no encontraría la chispa que buscaba en esas pieles extranjeras, maltradas, amadas, vendidas o regaladas.
Subió al techo del edificio y dejó su cuerpo apoyado en el borde. Con la cabeza suspendida en el vacío. Aquel vacío que en ocasiones amenzaba con devorarlo. Y allá arriba las estrellas mirándolo. Y en un rincón la luna, observándolo.

Un ruido en un instante. Una niña apareció por una obertura, llevaba un manta entre sus pequeños brazos. Él miró una vez y sin darle mayor importancia devolvió sus ojos a la negra inmensidad. La chiquilla se acercó despació y con cuidado le rodeó con la espesa manta de lana. "No vaya a resfriarse, Maestro" le dijo, solamente. Él, sorprendido por el apelativo, se incorporó y la volvió a mirar. Hubo algo en sus ojos, supo que la niñez no era algo que llevase en su cuerpo, no tan lejano en edad del suyo propio. No, ni tan si quiera era algo en su forma de actuar. Estaba escondido en el fondo de la oscuridad de sus ojos . Un leve resplandor.
La muchacha le dió un beso en la mejilla, un contacto leve y reservado. Y marchó ligera y presta.

Buonarroti miró al cielo.
Una extraña paz le invadió. Supuso que sería momentanea, pero no le importó, porque tenía aquel instante. Y, pensándolo bien, la luna era una amante constante, a pesar del que el sol la ocultase con su fulgor. La luna seguía detrás con su tímido resplandor; esperando la noche para sentirse reina y darse al mundo. Quien sabía si al final su fina luz acabaría por iluminar las sombras actuales.

Cuando el sol empezó a despuntar por el horizonte
                                    Buonarroti, 
marchó a su estudio.           

Ausencias

Un muchacho me mira.
Siento sus ojos recorrer mi piel, inflamada bajo su toque invisble,
recuerdos de momentos anteriores,
futuros en breve presentes que se encuentran en mis párpados entrecerrados.

Mi piel se eriza, mi mente se colapsa,
Él sigue a un metro de mí.

Un muchacho me mira.
Siento sus ojos a kilometros de aquí, ausentes en el vértigo de su mente,
ensoñaciones fluctuantes de sentimientos puros,
viendo el mundo en su complejidad absoluta, inmensidad que pretende absorber un alma.

Un cigarro se enciende, la luz parpadea,
Él sigue a un metro de mí.



21 mar 2013

El instante.

Un paso al frente y ella sube a la tarima.

Siente el vacío en sus pies, entre palé y palé. Baja la cabeza, demasiado nerviosa para levantar la mirada, demasiado orgullosa para reconocerlo.
Pero ahí estaban, las puntas de sus dedos,
 temblando ligeramente.

Mirando la escena tres personas en un sofá. A sus lados otras dos. Tres y tres en simetría.
Aprieta los puños y empieza la música.

Los músculos se relajan, la mirada se pierde y pequeñas corrientes eléctricas recorren el cuerpo entre movimiento y movimiento.

          Inspiración. 
    Ella levanta la cabeza con la certeza de estar en otro mundo, en su esfera, en su ambiente.

          Un espía.
    Dos miradas que se cruzan, sabiéndose conscientes de estar en el mismo plano, onda y lugar.

 La intimidad hecha instante aun con la distancia entre los dos. Oscurecer la estancia, en los bordes de la mirada,
viendo de repente, 
solamente, 
al cómplice intruso.

Frente a frente.

20 mar 2013

Entre la tarima y el sofá.

Intoxicada de tu presencia en tu ausencia
No hay claridad
Con el fantasma de tus besos jugando en mi labio inferior.
Sin la corriente de tus manos en mi espalda.

Roces, presiones, ahora son aire.
Y aun así...

Sombras de lenguas en ojos cerrados,
ojos cerrados perdidos en ojos que miran,
atravesados.

Y un suspiro que se aleja de mi boca,
aunque el resto del recuerdo se quede, aun, conmigo.

14 mar 2013

Entre el sol y la lluvia.


Ella miró por la ventana.
 
     Él también lo hizo. 
 Los dos se imaginaron.
















               Y así pasaban el tiempo.
                 El uno con (sin) el otro.

Seda.

"- Es un dolor extraño.
  En voz baja.
  - Morir de nostalgia por algo que no vivirás nunca.
  Recorrieron el parque caminando uno junto a otro. Lo único que Baldabiou dijo, fue
  - Pero ¿por qué diablos hace este maldito frío?
  Dijo, una vez."

Por un eterno despertar incompleto.

Estaba sentada en la mesa mirando al infinito, cuando una persona, ciertamente de forma molesta le sacó de su ensimismamiento.
- Aun no puedes quedarte dormida! - le dijo con una sonrisa a mitad camino entre quien intenta ser gracioso y quien es un pedante.

Ella hizo caso omiso. Demasiado cansada para si quiera hacerle caso, mucho menos contestar.
  Cerró los ojos.
Vio la luz desaparecer tras sus parpados, poco a poco y luego de repente.
Vió después por una pequeña rendija como en sus pestañas se reflejaban pequeñas gotas de luz.
  Cerró los ojos.
Y vió la oscuridad.
Y en la escuridad estaba todo.
Tocó asteróides, sentía la lluvía.
Observó pasear figuras en la calle mientras tomaba el café de la mañana,
dió las buenas noches a su perro.
  Le vió a Él.
Se volvió luz.

Abrió los ojos y la electricidad de las lámparas flourescentes le hirió las pupilas. Sintió las puntas de los dedos entumecidas y las piernas dormidas sobre la silla. Suavemente tiró los hombros hacia atrás, estiró el cuello y entornó los ojos. Enfocando la realidad del techo desconchado.
Algunos no lo entendían;
  Ella no necesitaba dormir, Ella necesitaba soñar.








10 mar 2013

Aventuras desventuradas en clave amable.

Terreno personal, tan fastidioso pararse a mirarlo. Casi da pena, un error tras otro en el ambito amoroso. Parece mentira. Nena, podrían darte un premio y todo.
No es por autocompadecerse, eso esta demasiado manido en ciertas ramas de mi familia, ya sé que no sirve de nada. Todo esto es por dejar las cosas claras, por si algún día me da de verdad por autocompadecerme.

Siempre me digo: "Ay vaya, ese no está mal, uy, pero a ese no lo tendrás nunca, no."
¿Qué pasa a continuación?
PimPamPum
She falls in love.
¿Una tendencia masoquista? Quizás.
Y luego es así como los restos de las flechas de cupido, cuando te da una te deja sangrante, malherido incluso. Tú no puedes olvidarlo.
(Odio a la gente que llama a este proceso olvidarlo. ¡Vamos a ver! ¡A alguien a quien se le rompe un brazo no le pides que lo deje estar y que se olvide! ¿Tú eres tonto o qué? #ComparaciónExagerada Oh, sí.)
Tienes que curarte, y a saber como.
No, amigas mías, lo de un clavo saca otro clavo no es una regla universal.
No, mamá, si trabajo más no me olvido, solo tengo más agujetas.
No, amigos mios, emborracharse tampoco suele funcionar.

Y después de curarte te dices a ti misma, super convencida, delante del espejo: "Esto ya no te vuelve a pasar"
¡JA!
Oye, perdona, ¿Tus padres son hermanos o qué? Eso no hay quien se lo crea.
Y, probablemente, sea verdad que no te lo crees. (Vamos a darnos el beneficio de la duda y asumir que no somos tan tontas, va.) Porque después de todo, a pesar de todo el "dolor", toda esa "melancolia" o esa "mierda" (utiliza aquí palabra que quieras), yo la verdad es que no elegiría no haberlo pasado. Porque, ¿Qué hay de esa felicidad, casi euforia, ese sentimiento de mirarle y perderte en alguna parte de su ser? No quisiera cambiar por nada esos momentos que fueron importantes para mi, no quisiera borrar algo que se llevaría consigo tantos recuerdos y tantas lecciones.
Esas noches discutiendo con el círculo de amistades (O a una mala, con tu gato y un vaso de hisky al anochecer) que hacer contigo y con el señor/engendro/ente en cuestión.
Esas cosas que te empezaron a gustar solo porque a él le gustaban.
Y cuando a prendiste que tenías que defender tus opiniones por encima de las suyas, porque sino no eras tu misma.
Cuando aprendiste que el mundo no se acaba cuando Él se acaba.
...

Llamadme loca, estúpida, masoquista o Nietzsiana. Yo me llamo a mi misma "Libre" Y por eso me siento libre de entregar mi amor a quiensea que quiera, aunque éste no se dé cuenta nunca. Porque ahora soy consciente que hay más de un tipo de amor, y hay algunos que, aunque en sentido estricto no lleguen a vivirse, te enseñan más que algunas relaciones.

Pero, eh, seguiremos arriesgandonos. 
Quien sabe.
A lo mejor un día va, y un imposible, deja de serlo.



5 mar 2013

Cuentos de la Rutina


 Me gusta imaginarte en la rutina,
   así mi cerebro no me reprende
y mi corazón se toma un respiro.

  Son situaciones, normales, cotidianas;
imaginarte en un día lluvioso
  en el refugio de tu hogar,
viendo de reojo el telediario del mediodía
  mientras la comida se enfría en la mesa.
Tú, apoyado en el marco de la puerta,
  con los hombros en diagonal
    y los brazos cruzados.

Una realidad ensimismada,
  sin momentos de pasión, ni deseo;
una realidad simple, y no agitada
  Pero mía y tuya, Al fin.

2 mar 2013

"Ya te lo dije"

Ultimamente estoy muy enganchada a "A dos metros bajo tierra", probablemente esto le haga gracia a cierto profesor aunque a mi madre no tanta.
La cosa es que me hace pensar mucho (¡Oh, no! sobrecarga cerebral cuidado! No me hago responsable de lo próximo que escriban mis dedos), y no se si lo entiendo todo. De repente me siento demasiado niña y os veo a vosotros, los adultos, encerrando vuestros problemas y ocultandolos.
Veo como somos ajenos a los demas, como con ojos infantiles hacemos desaparecer sus ceños fruncidos y sus lágrimas de nuestras vidas. Me pregunto cuantas veces mi madre o mi padre o mi hermano han llorado, han querido pegar un puñetazo de pura frustración o se han sentido desfallecer sin que yo me diese cuenta.
No entiendo como es posible que pase delante de mis ojos y no darme cuenta. Y no sé, pero creo que me aterroriza pensar que dentro de unos años pueda ser mi dolor el que pase desapercibido.
¿De verdad son tan complicadas las cosas cuando te haces mayor?

Me releo y parece que no tenga más de doce o trece años y, maldita sea, pero ya me acerco a la mayoría de edad. Sin duda la vida parece complicada desde aquí, pero pensaba que la experiencia o la rutina acabarían suavizando las cosas.

Madre mía la que nos espera y la que cae allá afuera...

Hay noches como esta en que me siento demasiado mayor y demasiado pequeña. Reconciliarse con esa niña desastrada de hace, yo que se, diez años o así. Esa a la que cuando le decían "Ya te lo dije" para decirle como se caería del columpio y no sobre lo dura que es la vida.
Que sí, que soy una privilegiada, no me tildéis de melodramática si hay alguien leyendo estas letras. Simplemente quería comunicar a (Bueno, supongo que al ordenador) que creo que empiezo a entender verdaderamente que la vida suele ser tirar para adelante sin estar completamente seguros de lo que hacemos (al menos no hasta que hemos visto que lo que hemos hecho ha sido bueno, cosa que suele suceder normalmente al cabo de un par de años del hecho en cuestión.)

Así que, vamos a seguir andando y si nos equivocamos pues mira, que remedio, cruzaremos ese puente cuando llegue el momento.


(Y ahora  dormir y a soñar, que aun hay tiempo)

27 feb 2013

Antes de Mañana

 "Antes de Mañana"
Esa madrugada en que mañana es hoy pero aun no es mañana porque faltan por soñar los sueños de ayer.

 Ese momento en el que te quedas sola contigo misma, casi sin pensar.
Quizás aprovechas para repasar el día.
Algunos trozos, tampoco hace falta que sea todo. Digamos, un día cribado por un subrayador, solo esos momentos que de verdad te han servido de algo. El tiempo de verdad vivido, ese que no se vive por rutina sino en la rutina.

...Cuando te apoyaron en una afirmación, te sentiste recomfortada, acompañada.
Un comentario ahora vagabundo, un paisaje fuera de lo común...

Pero usualmente, a estas horas no somos realistas, ni si quiera honestos. No gozamos de la capacidad e perdonarnos a nosotros mismos y solemos recreear esos momentos no tan agradables o esos fallos que quisiesemos olvidar.
...Cuando nos sentimos perdidas, que nos falta algo. Esas palabras que se escaparon y  nadie se dió cuenta, ni si quiera tu boca que soñaba la suya cuando las dijo.
Una mentira, un comentario desafortunado, o la impotencia de un momento...

Quizás estos momentos no sean para enfadarse, ni para irse a la cama con una sensación incómoda , ese malestar en la boca del estomago. Quizás tampoco sea algo que un vaso de whisky pueda curar.
Quizás necesitemos de la catarsis.
Necesitemos perdonarnos a nosotros mismos.
Asumir que ya ha pasado, darnos el beneficio de la duda y pensar que si lo hicimos entonces es porque entonces pensabamos que era lo mejor.

Porque vivir castigandose o evitando la verdad no es forma de vivir. Porque vivir debería significar estar cómodo en tu propia piel, no solo física sino también mentalmente.


Asomarse.

Hay un lago donde todo el mundo se ve reflejado, pero nadie lo sabe.
Todo el mundo cree que el lago es negro, que en el fondo viven monstruos.
Todo el mundo teme asomarse, y quien lo hace suele acabar aterrorizado o ahogado.
Pero como siempre pasa en estas historia todos dicen y nadie se molesta en comprobar las cosas.

Un día una muchacha se acercó al lago, porque como toda buena muchacha, tenía una curiosidad insaciable que acabó venciendo el temor inicial.e
Se asomó primero muy poco y muy rapido, pero de tan rápido que lo hizo no fue capaz de ver nada, la corriente de aire que ella mismo provocó hizo que el agua se sacudiese.
Después de mucho pensarselo (o más bien sin pensarlo bien aun, pero después de un rato), se volvió a asomar. Al poco tiempo se formo ante ella una gran oscuridad que pareció rodearla, el pánico encogió sus entrañas y la dejó clavada en el sitio. Intentó pensar, "Es solo oscuridad" se dijo, "No hay nada que temer".
Pero realmente lo que nos da miedo de la oscuridad no es el negro abismo, sino las cosas que se esconden en él. Así unas figuras empezaron a desdibujarse en la niebla.
Gente que creía perdida, criaturas deformadas, sensaciones propias de quien recupera la consciencia en plena pesadilla empezaron a ahondar en ella.
Respiró hondo. Cerró los ojos y se separó poco a poco del agua. Entonces percibió una especie de línea blanca contorneando el vacio oscuro. Se separó un poco más y empezó a comprender que aquella figura era un reflejo, un ojo, Su ojo.

Se acababa de asomar a sí misma. Entendió aquí que aquellos monstruos vivían en su interior.
Pero también entendió que, si vivían en ella, Ella misma sería capaz de acabar con ellos. Ella tenía el poder sobre su miedo porque el miedo era ella misma.

Levantó la cabeza y echó a andar.

2 feb 2013

Memoria escondida.

Ella anda por ahí fuera, tratando de encontrarse a si misma, pobre ingenua, solo tendría que mirarse al espejo.
Se cansa facilmente, tras varios pasos siempre se para a descansar, sabe que quizás esta busqueda no tenga fin, pero, algo hay que hacer en esta vida.

El viaje es ameno, ve cosas que nunca vió y que puede que no vuelva a ver, puede que este yendo en círculos pero al menos no está parada.

Él nunca se ha movido, lleva toda su vida metido en su pequeño círculo, vive de forma cofortable aunque solitaria.
 ¿Para que moverse si así ya es feliz? ¿Qué le espera allá fuera que no pueda esperar?

Se sienta y se despereza, un día más, sin nada que hacer y con las mismas cosas a las que mirar.

"Si nos perdemos, que uno de los dos se quede quieto y que el otro vaya a buscarle"
Fue en otra vida, pero al parecer los amantes aun se acuerdan de su pequeña promesa.



21 ene 2013

Alas para plumas, y viceversa

Hola ruiseñor, Dónde me llevas? A quien cantas? Dónde vas?
Adios ruiseñor. Nos veremos pronto.

Te atraparé al vuelo, y me aprenderé tu canción, te dejaré marchar con una de tus plumas esperando entre mis manos.
Me la llevaré y la pondré con mi colección.

Un día volaré alto y escuchareís una nueva canción.
Sinfonía.

Hasta entonces ruiseñor, adios.

Más allá de la linea del horizonte.

Ella recorría la calle, de la cual solo una acera le es familiar.
Mira hacia el cielo y antes de ver como empieza anochecer, su mirada se para en las farolas; altas y paralelas.
La verdadera línea del horizonte; su luz amarillenta de recien encendida separa el cielo del suelo, contrasta con el azul aun más intenso que oscuro, y lo separa de la sucia realidad.

Va a hacer lo de siempre, lo que le han mandado o lo que le toca. Ella aun es joven y no lo sabe, o quizás lo empieza a sospechar;
que de esas paredes quejumbrosas saldrán sus queridos recuerdos en la madurez:
de como caminaba siguiendo las lineas del pavimento, fijándose siempre en aquel parquímetro, o en aquella  pared de ladrillos apilados con juntas ya enegrecidas...
Gestos de una rutina que algun día tendrá que cambiar, para pasar a ser un recuerdo de aquellos días en los que bajaba a comprar, mientras la noche caía ya en la calle.

Y quizás se acuerde de un día cualquiera,
o quizás el destino (o la mala memoria) quiera que se acuerde justamente de hoy, la tarde que entre paso y paso, se paró a pensar lo bonitas que son, las farolas de su ciudad.




Con gli occhi forse stanchi
e coi capelli bianchi
ci sarà tempo per quest'anima