3 dic 2013

Con la cabeza patas arriba no se puede estar.

Con la cabeza patas arriba no se puede estar,
y no por nada, sino porque la cabeza no tiene patas.

Pero llegas tú... Llegas tú y todo se lía parda. Llegas tú y a oscuras. Llegas tú y tu mano en mi nuca. Llegas tú y cierro los ojos y canto.

Pero es que llegas tú... Llegas tú y no sé si es cierto. Llegas tú y no sé si lo estoy deseando. Llegas tú, y no sé si vas a volver a llegar, ni porque, ni para, ni cuando...

Que mal, que mal... Camille recupera la cabeza, Camille atenta!
Pero es que Camille no es de esas, Camille es más de dejarse llevar.
Ay, Camille...
Juguemos como siempre, no te quejes si te llegas a quemar. Que ya empieza a ser costumbre, Camille.


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