14 dic 2013

La cruda realidad.

Hay días en los que me pregunto sobre el sentido
de fichar entrada y salida, de quedarse cumpliendo las horas en una casa de fantasmas,
de encerrarse en cuatro paredes dentro de cuatro paredes.
de las cosas que poco a poco dejan de valer la pena.
de la rutina,
del estancarse.


Me pregunto tantas cosas últimamente desde mi edredón,
y me siento mal,
conmigo misma, con el resto,
con el ambiente en general.

Y aparece entonces esa sonrisa, curtida por los años,
Cansada, sí, pero que siempre vuelve a aparecer.
(Porque es la mejor opción, y todos lo sabemos.)
Esa sonrisa que parece tan frágil, y es la más fuerte,
porque ha sobrevivido a todas las tempestades y sigue aquí.
Esa que sonríe, parte triste, parte irónica, pero sonríe
porque es la mejor forma de ver la realidad.

"Porque si piensas cuanto se preocupa él por ti, piensa cuanto te preocupas tú por él."
me dijo una vez mi hermano.
Que cruda, crudísima realidad.

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