18 nov 2013

La lección de Ofelia- Escena.

(Ella, sentada en el autobús, arreglada, cansada pero coqueta. Él, tarambana y jugador, entra en el bus y se le nota la personalidad confiada en la forma de andar. Camina hacia el final del bus, y de repense la ve, continua andando y luego vuelve sobre sus pasos.)
Daniel: ¿María?
(María se toma su tiempo, gira primero ligeramente la cabeza hacia la voz, luego mira por la ventana, luego vuelve a mirar más detalladamente.) 
María: ¿Daniel? (Daniel sonríe, María sonríe también, pero apurada. Se levanta como si fuera a darle dos besos pero lo esquiva por detrás, lo adelanta y hace para salir del bús.)
Daniel: Espera ¿Te bajas aquí?
María: (Por lo bajo) Sí…
Daniel: ¡Espera, espera, voy contigo!
(María suspira, camina hacia el otro lado del escenario, Daniel le sigue. Las luces le siguen y así a su vez los que quedan en el autobús quitan la escenografía y la meten para bambalinas; preparándose también aquellos que hayan de salir en la siguiente escena de transeúntes.)
Daniel: ¿Y.. que tal la vida?
María: Pues bien… ¿Y tú?
Daniel: Bien, bien…
(Silencio.)
Daniel: (Juguetón.) ¿Sabes? Justamente había estado pensando en ti, (le coge la cartera amablemente a María y aprovecha para acercársele.) Hace ya tanto tiempo. ¿Y no tienes nada más que decirme?
María: (Se aleja. En voz baja.) No amor, tu ya te me rompiste entre las costillas.
Daniel: (Le sigue. Embaucador.) Tu aun sigues entre las mías.
María: (Con desesperación en aumento.) Dime… ¿Como quieres… ¿Que buscas… ¿¡Cuanto sientes, que quieres que vuelva contigo?! (Retira la vista y baja la voz. Se mete en el callejón.) Fuiste un infierno; fuiste un infierno, amor., pero Dios sabe que volvería con una palabra tuya.
Daniel: Vuelve.
María: (Desesperada, cada vez más al borde de las lágrimas.) ¡¿Y he de creerte?! ¿Como cuando me dijiste te quiero y quisiste también a otras? ¿Como cuando buscaste mis palabras mientras escuchabas otras voces, otras noches…Otras-Otras tantas!Y sin embargo… Dímelo. Dímelo otra vez. Otra y vuelvo.
(Silencio.)
María: Y ahora callas…(Se lamenta) Ay amor… Y es que será amor, porque siento que me matas.
Daniel: (Impasible.) Yo no te toco, yo no te mato.
María: ¡Y tampoco me quieres… Ni a eso alcanzas… Tan solo vas herrando la soga para que me la lleve a la horca. (De espaldas) No me mires con esa cara (Se gira.) ¿O es que ya ni me miras con esa cara?… (Para ella misma) Me regalaste tantas palabras… Me volviste loca, (Con tono distraído, deambulando y sin mirar a Daniel.) ¿y ahora me dejas? Pues quizás la loca va y se ahorca.
Daniel: (Levantando la voz, firme.) María ya esta bien.
María:  Sí, ya está, no te preocupes. (Se gira y mira a Daniel.) Perdón; de verdad. (se acerca y coge su cartera) Ya está. (Mira hacia otro lado) Hagamos como si esto no hubiese pasado. (Al infinito, al frente.) ¡Nada ha pasado! (Anda. En voz baja.) ¿No es así ya para ti? (Se gira rápidamente para comprobar que Daniel no la ha escuchado, el hace un gesto de ir a por ella y ella, con otro gesto le invita a no hacerlo.) Déjalo, déjame. Me voy, me marcho. Dejémoslo estar… (Se gira por ultima vez) Buenas noches… Buenas noches, por todas las que ya no te pueda dar. (silencio.) (en voz baja.) Buenas noches, solo esta vez más… (Sale de escena.)
(Daniel se queda en escena, confundido, al final sale de escena por el camino contrario que María.)

Fin de la escena.

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