14 ago 2014

Hoy quería escribir sobre mi,
sobre como vi a una mujer de negro en el espejo, que se desnudó.
Una mujer desnuda y con joyas que me devolvía la mirada, triunfal.

Quería hablarte después de las joyas que cayeron al suelo,
de la camiseta que resbaló por su cuerpo, casi transparente casi aire.
El pelo cedió a la coleta, y quedó una chica, que miraba con ojos abiertos,
divertidos, el aro pirata en su oreja.

De verdad que quería hablarte de como el maquillaje se deshizo entre algodones,
de la rutina que se apareció y la consciencia que reconoció aquel cuerpo
al fin, como propio.

Pero escuché de nuevo esa canción que me trae sabor a ti,
a días de lluvia, a dulces, a mantas suaves.
Y no pude.

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