Quisiera ver luces a mi alrededor, y que hiciese tanto frío que me doliesen los dedos de los pies. Quisiera correr por la ciudad en busca de los últimos regalos, pensando en cada una de las sonrisas de aquellos quienes los recibiran.
Quisiera despertarme en la cama y pensar que no tenía que haberme despertado; dar la vuelta y volverme a dormir.
Ojala la ciudad se vistiese de blanco, pero es imposible.
¿Habrá sueños esta Navidad?
Ojala pudiese verte...
... pero antes tendrá que nevar.
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